Tras la voladura de un tractocamión cargado de jícama en la autopista 57, conductores y pobladores iniciaron con la rapiña de manera inmediata, sin que hubiera autoridades presentes para controlar el caos.
Según testigos, el vehículo era conducido sobre la autopista, con dirección a la ciudad de México, cuando el chófer perdió el control y terminó con su unidad recostada sobre la cinta asfáltica y su carga regada.
Se dijo que el chófer de la pesada unidad resultó ileso, sin embargo fue mudo testigo de cómo las personas de manera inmediata comenzaron a llevarse la jícama que transportaba.
Dicha situación generó una importante carga vehicular en la carretera, hecho por el que en reiteradas ocasiones, los conductores hicieron el llamado a las autoridades correspondientes, esperando que pusieran orden.