Un operativo sumamente austero por efectivos policiales de los tres niveles de gobierno, se implementó la mañana de ayer en la caseta de Palmillas, en la carretera 57, ante el paso por la zona del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

En dos camionetas en color negro hizo el arribo a la caseta alrededor de las 10:40 horas su equipo de seguridad, integrado por al menos ocho personas, que de una manera muy discreta se desplazaban a bordo de las dos unidades.

A su arribo a la zona, un grupo de maestros que lo esperaban desde temprana hora, comenzaron a gritarle diferentes porras y consignas a su favor, por lo que el Presidente le pidió a su chofer que detuviera su marcha, orillándose unos metros adelante, ante esto bajó el vidrió de su camioneta y platicó con ellos.

Instantes después descendió de su unidad, para ese momento, todo el equipo de seguridad ya estaba abajo y de una manera muy amable pidieron a la gente que dieran espacio para que el Presidente los escuchara; mientras que la poca presencia policial al otro extremo en el carril de alta de la 57 se mantuvo atentó a lo que sucedía.

Luego de recibir peticiones y tomarse algunas fotografías, el Presidente abordó su camioneta para seguir a su destino, al Teatro de la República en la capital queretana.