Una multitud de personas se dieron cita en las inmediaciones del panteón de La Valla con el fin de despedir a José Adán, Diego y Francisco “N”, murieron dentro de un pozo en un silo de maíz la tarde del pasado jueves cuando le intentaron dar mantenimiento.
Al rededor de las dos de la tarde del pasado jueves 24 de septiembre, uno de ellos habría ingresado para comenzar las maniobras, bajó a la fosa de doce metros de profundidad pero se desmayó, al no responder, otro trabajador, que estaba con él, también descendió, sin embargo, cayó fulminado, un tercero que se percató de lo ocurrido descendió, pero también murió en el intento de rescate, un cuarto que estaba bajando por el estrecho elevador se mareo y comenzó a sentirse mal, por lo que decidió salir.
Cuerpos de emergencia de San Juan del Río e incluso del CRUM de Querétaro, así como Protección Civil Estatal se mantuvieron en arduas labores para el rescate de los cuerpos que se extendieron hasta pasada las ocho de la noche de ese día, siendo trasladados al SEMEFO de San Juan del Río.
Familiares acudieron ante la autoridad correspondiente para reclamar los cuerpos y luego de velarlos un tumulto de gente se aglomeró en la iglesia, y tras la misa de cuerpo presente partió el cortejo hasta el panteón.
Entre llantos, los familiares, amigos y habitantes de la comunidad acompañaron a los jóvenes a su ultima morada, incluso hubo algunas bandas de música popular; las primeras investigaciones señalaron de manera extraoficial que la falta de oxígeno pudo ser la causa por la que fallecieron, pero será la Fiscalía General del Estado la que determine lo ocurrido.