Una de las incidencias delictivas que ha estado imparable este año al interior de la comunidad de La Estancia, en San Juan del Río, es el robo de cable. A la semana se registran hasta tres robos de este tipo, situación que ha traído consigo daños a diversos espacios, desde instituciones educativas hasta espacios de uso común, afirmaron vecinos de este sitio, quienes solicitaron mantener en reserva sus nombres.
Señalaron que el robo de cable es uno de los problemas que en el último año ha aquejado a la comunidad, toda vez que los delincuentes han optado por hurtar este material debido a la facilidad que encuentran para hacerlo. Dijeron que el alza en este delito comenzó a observarse desde finales del año pasado, cuando se presentaron algunos casos en viviendas que están en obra negra.
Apuntaron que algunos de los sitios que se han visto más afectados por esta incidencia son la Escuela Secundaria Técnica No. 23 “Manuel J. Campos Loyola” y la capilla de San Miguel Arcángel, ambos inmuebles ubicados en la entrada de la localidad. Añadieron que espacios públicos también ha sido blanco de los delincuentes, especialmente el kiosco de la comunidad, de donde también se llevaron unos reflectores.
“Uno de los principales problemas que hay en La Estancia es el robo de cable. Por todos lados se están robando el cable. Si no es en la secundaria, es en la capilla que hay en la entrada o en algunas casas que están en obra negra. La verdad es que es algo increíble el aumento en el robo de cable que hay en la comunidad. Antes eran los medidores de agua, las mallas ciclónicas, no sé, el fierro que luego encontraban, pero ahorita sí, ya se ensañaron con el cable”, comentó una lugareña.
Aseveraron que, por esta situación, en algunos casos se han interpuesto las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Querétaro. Además, aseguraron que estos delitos son cometidos por personas de la comunidad, las cuales están plenamente identificadas, señalando que se trata de individuos que presentan problema de drogadicción y cometen este tipo de actos para obtener recursos económicos que les permitan comprar las sustancias que consumen.
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Añadieron que otro de los factores para que este delito haya incrementado y siga presente es el papel que juegan las denominadas “chaterreras”, toda vez que es frecuente que en estos sitios se compre materiales de este tipo como cobre, metales y demás objetos.
“El problema es la venta y el consumo de drogas, eso da pie para todo lo demás. Quienes hacen eso son personas que nosotros ya identificamos y que sabemos que están en un problema fuerte de drogadicción. Entonces, se roban lo que encuentran, van y lo venden a las chaterreras y sacan para su droga y así va el ciclo”, dijo un vecino.