A escasos metros de la carretera estatal 330 Aculco – Amealco, fue descubierto el cuerpo de un joven con las manos atadas hacia la espalda, hallazgo del que se dio aviso a Seguridad Pública Municipal de esa cabecera mexiquense que se movilizó al lugar a corroborar el reporte.
Al arribar, dentro de un terreno de cultivo aproximadamente a veinte metros de la superficie de rodamiento, los oficiales tuvieron a la vista el cuerpo de un hombre cuya edad oscilaría entre los 18 – 20 años, boca arriba y con las manos atadas hacia atrás, apreciándose manchas de sangre, pero desconociéndose si presentaba impactos de bala.
Los uniformados procedieron a acordonar el escenario y notificaron del macabro descubrimiento al representante social de Jilotepec, que más tarde se constituyó al citado punto con peritos en criminalística de campo a tomar fe e iniciar las primeras investigaciones, recoger huellas y demás.
En los corrillos policiacos se conoció que, supuestamente acudió a Aculco a vender una camioneta, y tras recibir el dinero habla a la familia y a esta dice que lleva el efectivo pero que va a pasar al centro de Aculco a comprar algo; esa fue la última comunicación que tuvo con sus seres queridos
Alrededor del cuerpo se efectúo minuciosa inspección ocular por parte de la autoridad ministerial, peritos y Seguridad Pública Municipal de Aculco, sin informarse sí se encontró algo que sirva a las investigaciones que ya lleva a cabo la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
Extraoficialmente se conoció que la víctima ya fue identificada, pero no se proporcionaron detalles al respecto, solo se citó que era originario del municipio de Amealco.
Al término de la diligencia ministerial, el servidor público ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado al Centro de Justicia para la necropsia de ley, intervención que revelará con exactitud la causa de muerte y la hora aproximada de la misma.
Los deudos se habrían ya presentado a la Fiscalía mexiquense para hacer la penosa identificación de los restos mortales, que se entregarían luego que dos de los familiares rindieran su declaración ministerial en calidad de testigos de identificación cadavérica.