Diversos grupos sociales se unieron para hacer un reclamo tras el feminicidio de Paola, porque el presunto responsable está suelto y autoridades no tienen datos sobre su paradero, durante su último adiós se pidió seguridad en la comunidad, pues indicaron que nadie estuvo para ayudarla y nadie pudo acercarse a tiempo para detener al presunto responsable.
Fue la noche del pasado lunes 24 de julio cuando, se dijo, que tras una violenta discusión, el sujeto sacó un arma de fuego y le disparó en varias ocasiones a la mujer, a quien dejó muerta en el sitio para después escapar con rumbo desconocido, sin que al momento haya sido detenido.
Tras el terrible hecho, horas después, más de doscientas mujeres marcharon en la comunidad de El Organal, a pesar de una fuerte tormenta que cayó, todas a una sola voz exigieron justicia para Paola y se unieron a la familia en oraciones por su pronta resignación, una nueva marcha se realizó a unas horas de su misa de cuerpo presente.
Del caso, Zuri Bernal, quien es activista feminista independiente, habló sobre la complicada situación en la que quedó la familia de Paola y en la orfandad en la que se quedaron sus dos hijos y por ello pidió seguridad: “pedimos justicia, la verdad es que tenemos a un feminicida andando por las calles, no se ha encontrado ni sabido de su paradero, se está pidiendo seguridad para la comunidad que es algo muy importante, una de las razones por las que estemos reunidos, es porque no hay seguridad, porque nadie estuvo para ayudar a Paola, porque no hay seguridad en la comunidad”, indicó consternada.
Luego de que los restos de Paola fueron velados en su domicilio en compañía de seres queridos, familiares y amigos, además de cientos de personas de la comunidad, comenzaron un recorrido hasta la iglesia principal, donde el sacerdote ya los esperaba.
El mismo párroco, Raymundo Fausto, durante su sermón habló de la importancia de la familia y de inculcar los valores que se han ido perdiendo poco a poco en estos tiempos modernos: “Nuestra gente está además de consternada, está enojada, tiene coraje porque la misma violencia nos está venciendo, tener más cercanas a las autoridades es la forma inmediata para que no se nos peleen”.
Durante la celebración de la misa, cientos de personas se acercaron al féretro para despedirse de su amiga, su vecina, su prima, su comadre, su hija, su mamá, su hermana y para darle el pésame a la familia.
"Era una buena mujer, trabajadora y que amaba a su familia, no merecía morir así", indicó Diana Rivera, quien la vio crecer en la comunidad y tener a sus hijos. “No es justo eso que le hicieron a ella, una buena persona, tranquila, buena madre”.
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Luego, entre varios cargaron sus restos, todos los presentes le rindieron un aplauso y a son de mariachi la acompañaron a su última morada.