Representantes de las víctimas de la explosión de Beirut pidieron este viernes una investigación internacional y no libanesa sobre lo sucedido el 4 de agosto en el puerto de la capital y que los responsables de la tragedia rindan cuentas, afirmando que se trata de un "crimen contra la humanidad".
"Las víctimas de la masacre del 4 de agosto piden apoyo a la comunidad internacional para lograr la justicia y la verdad con un juicio e investigación internacionales", señaló la abogada Nada Abdelsater, en un acto público este viernes en Beirut.
Agregó que las víctimas desean que el caso sea remitido a la Corte Penal Internacional o que se cree "un tribunal especial internacional" para que juzgue los hechos, y anunció que han mandado una carta al Consejo de Seguridad de la ONU con sus demandas.
Algunas de las víctimas de la deflagración de 2.750 toneladas de nitrato de amonio han lanzado esta iniciativa hoy en una jaima (tienda nómada de campaña) en un descampado frente al Skyline de Beirut, desde el que se ve el puerto destrozado.
Abdelsatar llamó a las demás víctimas a que se unan a la iniciativa a través de una página web creada para ello.
La abogada denunció que los políticos libaneses "evaden su responsabilidad" y agregó que "aumentan las sospechas de que se está manipulando la escena del crimen e impidiendo a los expertos internacionales que provean ayuda" en la investigación.
Una de las víctimas que se ha sumado a la iniciativa es Nicole Nagar, padre de Alexandra, niña de 3 años que falleció días después de la explosión por sus heridas y que se ha convertido en símbolo de la tragedia.
Nagar instó a la "unidad y solidaridad" del pueblo libanés, subrayando la "increíble reacción popular", en alusión a las organizaciones y voluntarios que han salido a las calles de los barrios más afectados para asistir a las víctimas, ante la falta de ayuda del Gobierno.
Las autoridades libanesas han prometido una investigación rápida para esclarecer cómo explotó el cargamento de nitrato de amonio que llevaba desde 2014 almacenado en el puerto sin las debidas precauciones.
Mientras, el subsecretario de Asuntos Políticos de EE.UU., David Hale, anunció el jueves durante una visita a Beirut que la Oficina Federal de Investigación (FBI) estadounidense va a participar en la investigación.
Asimismo, más de 40 expertos en derechos humanos de Naciones Unidas pidieron ayer en un comunicado conjunto una investigación pronta e independiente que "debería estar protegida de cualquier influencia indebida".
La explosión ha causado la muerte de al menos 177 personas y ha dejado 6.000 heridos, según el último recuento oficial.