El vicepresidente turco, Fuat Oktay, pidió hoy al mundo que deje de usar "lenguaje provocativo" en referencia a los ataques del viernes pasado contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, que dejaron al menos 50 muertos.
Por su parte, el canciller turco Mevlüt Çavusoglu anunció una reunión de emergencia del Consejo de Cooperación Islámica (CCI) el próximo viernes para analizar los ataques que, además de los 50 muertos, cuyo funeral se realizará esta semana de manera conjunta, hubo unos 48 heridos.
Ambos funcionarios turcos se encuentran este lunes en Christchurch, donde visitaron una de las mezquitas atacadas y a los heridos en los hospitales donde reciben atención, señaló la prensa turca que sigue su visita.
La misión gubernamental turca tiene el propósito de enfatizar la decisión de Ankara de combatir la islamofobia y la xenofobia, además de subrayar su solidaridad con Nueva Zelandia y las víctimas del ataque.
Tenemos que comenzar a emplear un lenguaje diferente, y el mundo entero debe de parar el uso de lenguaje provocativo, dijo oktay a la prensa, según la agencia turca de noticias Anadolu.
Los terroristas no tienen religión, ni raza ni geografía, precisó Oktay, mientras Çavusoglu destacó que en el mundo islámico existe descontento con el crecimiento de la islamofobia y el racismo.
El Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan manifestó su deseo de que Nueva Zelandia tome en serio los ataques de la semana pasada y no los subestime como lo hacen países de Occidente, aunque sin citar nombres.
En la ceremonia inaugural de la mezquita Hagia Sophia, ahora convertida en museo, señaló que los servicios de inteligencia turca encontraron que el presunto responsable de los ataques a las mezquitas neozelandesas, Brent Tarrant, entró dos veces a Turquía.
Advirtió que su país no permitirá que nadie convierta a Estambul en Constantinopla, en referencia a que en un manifiesto Tarrant señaló que liberaría de su carácter de mezquita a la Hagia Sophia y Constantinopla sería de nuevo cristiana.