Menos de 24 horas después de abrir la posibilidad de enviar al sospechoso del ataque terrorista de Nueva York, Sayfullo Saipov, a Guantánamo, el presidente estadunidense Donald Trump descartó la idea y propuso en cambio la pena de muerte en un tribunal federal.
“Me encantaría enviar el terrorista de NYC a Guantánamo, pero estadísticamente ese proceso toma mucho más tiempo que a través del sistema federal”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
“También hay algo apropiado en mantenerlo en el lugar donde cometió este crimen horrible. Se debe procesar rápido. ¡PENA DE MUERTE!”, remató en un segundo mensaje.
Su referencia sobre la pena de muerte contra el sospechoso desató de inmediato críticas por parte de expertos legales, que consideraron que el acusado podría utilizar las declaraciones del presidente para argumentar que no puede recibir un juicio justo en Estados Unidos.
De la misma manera, su propuesta de procesar al sospechoso en una corte federal fue motivo de sorpresa porque ayer mismo calificó como un “hazme-reír” al sistema judicial de Estados Unidos.
Saipov, nacido en Uzbekistán, ingresó a Estados Unidos en 2010 como beneficiario de la llamada lotería de diversidad de visas, que anualmente otorga alrededor de 50 mil visas a dos personas de países con bajos niveles de migración de Estados Unidos.
Aunque el sospechoso tiene posesión de una tarjeta de residente legal permanente, la Casa Blanca abrió también el jueves la posibilidad de clasificarlo como un “combatiente enemigo”.
Hasta el momento, sin embargo, este concepto sólo ha sido utilizado legalmente por Estados Unidos para quienes combaten a las fuerzas militares de Estados Unidos en el extranjero.
Saipov, de 29 años, condujo el martes pasado una camioneta rentada durante unas 20 cuadras en la parte baja de Manhattan, sobre una ciclovía, causando ocho muertos y 11 heridos.