Sri Lanka permanece en toque de queda ante los crecientes hechos de violencia cometidos contra la comunidad musulmana, en un aparente acto de venganza tras los atentados contra iglesias y hoteles que dejaron más de 200 muertos y 500 heridos el pasado 21 de abril.
El toque de queda vigente, que inició a las 21:00 horas (15: 30 GMT) y terminará a las 04:00 de la mañana del miércoles (22:30 GMT del martes) es el segundo desde el domingo pasado debido a varios hechos de violencia cometidos contra los musulmanes en Colombo, la capital cingalesa, y otras ciudades.
El vocero de la Policía, Ruwan Gunasekara, citado por la prensa local, señaló que en la Provincia noroccidental el toque de queda se levantará dos horas después, debido a que es la zona más afectada por el brote de violencia, con un saldo de un muerto.
Las autoridades han arrestado a unas 23 personas y además bloquearon las redes sociales a fin de evitar rumores e información falsa y tras comprobarse que a través de este tipo de medios se alimenta la tensión entre las comunidades.
La ola de violencia inició el domingo pasado en la ciudad de Kurnegala, a unos 100 kilómetros al noreste de Colombo, donde fueron atacados establecimientos comerciales y una mezquita, dejando severos destrozos, y los ataques continuaron incluso en el toque de queda.
De acuerdo con los reportes, unos 40 establecimientos pertenecientes a musulmanes han sido quemados o destrozados.
La violencia se produjo a tres semanas de los ataques coordinados contra tres iglesias y tres hoteles de lujo, principalmente en Colombo, que causaron unos 253 muertos y más de 500 heridos. Los hechos fueron reivindicados por el yihadista Estado Islámico (EI).