La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, recomendó a los habitantes de la capital japonesa usar suéteres de cuello alto para protegerse del frío y ahorrar dinero en un contexto de aumento de los precios de la energía.
Koike, vestida con un cuello de tortuga bajo su chaqueta, animó a los habitantes de Tokio a utilizar ropa caliente durante el invierno, y reducir así sus facturas de electricidad.
"Calentar el cuello tiene un efecto térmico. Yo misma uso un cuello alto, y llevar una bufanda también te mantiene caliente. Esto permitirá ahorrar electricidad", dijo Koike a los periodistas el viernes.
"Es una de las formas de atravesar juntos el duro clima energético del invierno", dijo, y añadió que el presidente francés Emmanuel Macron era un fiel seguidor de los jerseys.
Como muchos países, Japón -que aspirar a alcanzar la neutralidad carbono de aquí a 2050- enfrenta una reducción de su suministro de energía desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
En agosto, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, pidió relanzar la industria nuclear del país para paliar la subida de los costos de la energía importada.
Sin embargo, es probable que esta medida sea difícil de aplicar en vista del desastre nuclear de Fukushima en 2011, que provocó la suspensión de muchos reactores por razones de seguridad.
Once años después, 10 de los 33 reactores nucleares de Japón están de nuevo en funcionamiento. Estos no funcionan durante todo el año y el país sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de combustibles fósiles.