Taiwan organizó el jueves una ceremonia de puesta en servicio del primer escuadrón de su avión caza F-16 más avanzado, de fabricación estadounidense, que reforzará la defensa de la isla contra las amenazas de China.
La presidenta Tsai Ing-wen supervisó la ceremonia en una base aérea de la ciudad de Chiayi, en el sur de la isla, junto a Sandra Oudkirk, embajadora de hecho de Estados Unidos en Taiwán.
"Ello refleja la irrompible promesa de alianza entre Taiwán y Estados Unidos", declaró la presidenta Tsai.
El F-16V es una versión mejorada y mucho más sofisticada de otros F-16 más antiguos de Taiwan, que datan de los años 1990.
La isla tiene igualmente aviones de combate Mirage de fabricación francesa y su propio avión de guerra local.
El F-16V, un avión caza multifunción de cuarta generación, está dotado con sistemas de radar más avanzados, así como armamento, sistemas de navegación y sistemas de guerra electrónica más sofisticados.
El despliegue de este primer escuadrón se produce en momentos de fuertes tensiones entre China y Estados Unidos sobre el futuro de Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.
En el curso de la última década, China ha reforzado su ejercito hasta tal punto que responsables militares taiwaneses y estadounidenses han expresado públicamente sus temores de que pudiera lanzar una invasión de la isla.
Tras declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden que sugerían que Estados Unidos estaba listo para intervenir si China atacaba la isla, los diplomáticos estadounidenses volvieron a una línea más clásica y sutil, multiplicando las advertencias e insistiendo en su voluntad de "disuadir" a Pekín de cualquier intervención militar.
China ha criticado las ventas de material militar de Estados Unidos a Taiwán por lo que ha impuesto, como respuesta, sanciones a los gigantes norteamericanos del armamento, como Boeing, Raytheon y Lockheed Martin.