El confinamiento en Sídney, la mayor ciudad de Australia, se reforzó este viernes ya que los nuevos contagios de covid-19 alcanzaron un récord y las autoridades advirtieron que el brote de la variante Delta estaba fuera de control.
"No salgan de sus casas a menos que sea absolutamente necesario", dijo la primera ministra del estado Gladys Berejiklian a los cinco millones de residentes de Sídney, cuando la ciudad registró 44 nuevos casos en 24 horas.
Sídney se encuentra ahora en su tercera semana de confinamiento, pero sigue registrando un récord de nuevas infecciones entre una población que, en su inmensa mayoría, no está vacunada.
Berejiklian incitó a los residentes de Nueva Gales del Sur a que cumplan con la normativa, advirtiendo que se enfrentaban a la mayor amenaza para su seguridad "desde que comenzó la pandemia", debido a la falta de obediencia de las normas de permanencia en casa.
En Sídney se han producido 439 nuevos contagios desde mediados de junio. Esta cifra es baja en comparación con la mayoría de las ciudades del mundo, pero Australia ha evitado hasta ahora la transmisión generalizada en la comunidad y sólo 9% de la población está totalmente vacunada.
"No podemos permitirnos el lujo de pensar en vivir con este virus", advirtió Berejiklian, y añadió que los residentes "tienen que cambiar el rumbo" si quieren evitar miles de muertes.
Según las nuevas normas de confinamiento, se prohibirá el ejercicio al aire libre en grupos de más de dos personas y se aplicarán de forma más estricta las prohibiciones existentes de viajes no esenciales.
"Lo que necesitamos es que todo el mundo siga las normas establecidas", dijo Berejiklian. "Esta cepa, la cepa Delta, es más contagiosa que todo lo que hemos visto" hasta ahora.