París, Francia | AFP.- Los trabajadores de los hospitales públicos franceses manifestaron en todo el país para denunciar recortes presupuestarios y deterioro de condiciones laborales, en un contexto de repunte del descontento por las reformas del presidente Emmanuel Macron.
Miles de médicos, enfermeros, profesores y estudiantes de medicina comenzaron a marchar a media jornada, vestidos con blusas blancas o azules, en una decena de ciudades del país.
"¡Hay que actuar de forma urgente!", "¡Los hospitales se están muriendo!", "Hospitales públicos en urgencia vital", rezaban algunas de las pancartas vistas en la manifestación en París.
"Debemos mantener la presión, mostrar músculo", dijo a la AFP Oriane Plumet, una enfermera del hospital parisino Pitié-Salpêtrière, uno de los más grandes y antiguos de la capital francesa.
En Marsella (sureste), un centenar de trabajadores de hospitales se congregaron para denunciar una falta de recursos y de personal, largas jornadas laborales y salarios bajos.
"Hay un hartazgo generalizado del personal", explicó Jean-Michel Carayol, del sindicato Fuerza Obrera (FO).
Monique Aubin, una enfermera de 61 años, que trabaja en un servicio de nefrología de un hospital de esta ciudad portuaria, describió un claro "deterioro en las condiciones laborales".
"Pasamos mucho tiempo en papeleos, lo que nos quita tiempo para ocuparnos de los pacientes, y nos falta material", detalló.
Según la Federación Hospitalaria de Francia, los sucesivos gobiernos han impuesto a los hospitales públicos recortes de cerca de 9.000 millones de euros desde 2005, lo que ha provocado el cierre de camas y la escasez de personal.
- Ocho meses de huelga -
Esta jornada de movilización nacional tiene lugar tras ocho meses de huelga en cerca de 300 servicios de urgencias médicas en toda Francia que exigen más recursos financieros y humanos para poder trabajar en buenas condiciones.
La ministra de Salud, Agnès Buzyn, prometió en septiembre 754 millones de euros en los próximos tres años para mejorar los servicios de urgencias.
Pero para las huelguistas el plan de Buzyn, el tercero en un año, no es suficiente ya que no incluye más camas ni la contratación de más personal, dos de las principales reivindicaciones de los sindicatos.
El gobierno, que prepara un cuarto plan para desactivar la crisis, teme una conjunción de luchas en un contexto de repunte del descontento social entre los estudiantes, agricultores, profesores, policías y jubilados.
Los transportistas convocaron para el 5 de diciembre una huelga indefinida contra la explosiva reforma de las jubilaciones que prepara Emmanuel Macron para la segunda mitad de su mandato.
En un intento por evitar otra ola de descontento, un año después del inicio de la revuelta de los "chalecos amarillos", el mandatario francés se ha comprometido a invertir más en sanidad para aliviar "el sufrimiento de los trabajadores de la salud".
"He escuchado la cólera e indignación" del personal médico frente a condiciones laborales "a veces imposibles", declaró el jueves el presidente francés.
En 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el sistema de salud de Francia como el mejor entre 191 países.
Pero un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation, publicado en la revista británica The Lancet en 2017, lo colocó en el puesto 15 por la calidad de su atención.
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