Los líderes del G20 inauguraron este martes una cumbre virtual para discutir sobre Afganistán, con la atención puesta en la situación humanitaria y de seguridad tras la llegada de los talibanes al poder.
La Comisión Europea anunció un paquete de ayuda de emergencia a Afganistán y países vecinos de unos 1.000 millones de euros (unos 1.160 millones de dólares) para contribuir a evitar una crisis humanitaria.
A la cumbre, convocada por el primer ministro italiano, Mario Draghi, cuyo país ocupa la presidencia rotativa del Grupo de las 20 potencias económicas (G20), participó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
A pedido de Draghi, el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, enviaron representantes.
El G20 incluye a Estados Unidos, UE, China, Turquía, Rusia, India y Arabia Saudita, entre otros.
La comunidad internacional teme una catástrofe humanitaria desde que los talibanes, un movimiento de islamistas radicales, tomaron el poder en Afganistán en agosto tras la retirada de las tropas estadounidenses después de 20 años de guerra.
Desde entonces, la economía afgana permanece en una situación difícil con la suspensión de la ayuda internacional, el aumento del precio de los alimentos y el auge del desempleo.
El paquete de la UE incluye una provisión de 300 millones de euros (461 millones de dólares) ya aprobados por la UE, y también ayudas suplementarias especializadas para acciones como vacunación, acogida, protección de la población civil y respeto a los derechos humanos.
Esos recursos estarán destinados a apoyar directamente a la población local y se canalizarán a organizaciones internacionales que ya actúan en esas regiones.
Las Naciones Unidas y Qatar, un intermediario clave en Afganistán que ha organizado conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes, también fueron invitados a la cumbre virtual, que se lleva a cabo a puerta cerrada, al término de la cual Draghi ofrecerá una conferencia de prensa.
El gobernante italiano adelantó que también se discutirá de las medidas a tomar por parte de la comunidad internacional para "evitar que Afganistán se vuelva a convertir en un semillero del terrorismo internacional".
El régimen talibán, que aún no ha sido reconocido como gobierno legítimo por otros países, enfrenta la amenaza del Estado Islámico-Khorasan, que ha realizado una serie de atentados mortales.