La reunión de este miércoles entre la OTAN y Rusia por la crisis en Ucrania dejó al descubierto graves diferencias en aspectos esenciales, admitió el enviado ruso, el viceministro de Relaciones Exteriores Alexander Grushko.
El diálogo expuso "un elevado número de desacuerdos en cuestiones fundamentales", dijo Grushko a la prensa luego de la reunión en que Rusia exigió a la alianza militar transatlántica garantías de que no admitirá a Ucrania.
La reunión del Consejo OTAN-Rusia permitió a las partes discutir cara a cara las preocupaciones rusas sobre la seguridad en la zona de frontera, pero no parece haber abierto caminos concretos a desactivar la crisis en Ucrania.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había mencionado "diferencias significativas" en la discusión, y añadió que "esas diferencias no serán fáciles de salvar".
De acuerdo con Stoltenberg, los aliados de la OTAN están de acuerdo en mantener una serie de encuentros con Rusia sobre temas estratégicos.
"Rusia no estuvo en condiciones de aceptar la propuesta. Tampoco la han rechazado, aunque la delegación rusa dejó claro que necesita de tiempo para retornar a la OTAN con una respuesta", apuntó.
"Y por supuesto en ese momento estaremos listos para sentarnos" en torno a la mesa de conversaciones, añadió.
No obstante, la OTAN dejó claro a Rusia que no hará concesiones fundamentales ni permitirá que Moscú se atribuya la capacidad de decidir qué país puede sumarse a la alianza militar transatlántica.
Por su parte, la subsecretaria estadounidense de Estado, Wendy Sherman, dijo que Rusia vino a la reunión "a presentar sus preocupaciones" en materia de seguridad, pero que ahora Moscú tenía el desafío de responder a la oferta lanzada por la OTAN de realizar una serie de reuniones temáticas.