El presidente ruso, Vladimir Putin, instó el jueves a la Unión Europea (UE) a reanudar el diálogo con el gobierno de Bielorrusia, que es acusado de fomentar una crisis migratoria en su frontera con Polonia y amenazó con suspender el suministro de gas a Europa si es objeto de nuevas sanciones.
En caso de medidas punitivas, Minsk "responderá", dijo el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, mencionando la posibilidad de interrumpir las entregas de gas del gasoducto Yamal-Europe, que traslada el gas ruso a Alemania y Polonia, fundamentalmente.
"¿Qué pasaría si cortamos el gas natural que llega hasta allá?", se preguntó Lukashenko, que profirió esta amenaza en un momento en que los países europeos sufren el aumento de los precios del gas debido a una reducción de la oferta.
Más de 2.000 migrantes, en su mayoría kurdos, están bloqueados a la intemperie desde hace varios días en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en condiciones humanitarias deplorables, en un momento en que las temperaturas en esta parte de Europa bajan a cero grados.
Esta crisis entre Bielorrusia, aliado de Rusia, y Polonia, miembro de la Unión Europea, provoca una preocupación creciente en la comunidad internacional. El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este jueves por la tarde para conversar sobre la cuestión.
La UE acusa a Bielorrusia de organizar estos movimiento de migrantes y de otorgarles visados e incluso fletar aviones, para desestabilizar a Europa y vengarse así de las sanciones occidentales impuestas contra el gobierno de Lukashenko tras su criticada reelección en 2020, a la que siguieron manifestaciones multitudinarias en las calles que fueron violentamente reprimidas.
Este jueves, Putin, pidió el jueves a la Unión Europea que "restablezca sus contactos" con Bielorrusia "para solucionar cuanto antes la crisis migratoria".
Sin embargo, Alemania consideró que "era hora de sacar las consecuencias" de esta crisis y reforzar las sanciones contra el gobierno bielorruso. Según Bruselas, nuevas medidas serán anunciadas la próxima semana.
- Ayuda humanitaria -
El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, que acusó al régimen de Lukashenko de "terrorismo de Estado" y a Putin de "orquestar" la crisis, estimó el jueves que su país era el objetivo de una "guerra de un tipo desconocido", en la que los civiles son usados como "municiones".
Las autoridades polacas afirman además que las fuerzas de seguridad bielorrusas disparan al aire para obligar a los migrantes a avanzar.
Las autoridades bielorrusas aseguran que son los guardias fronterizos polacos los que violan las leyes internacionales al obligar violentamente a los migrantes a retroceder.
Mientras tanto, numerosos migrantes, entre ellos mujeres y niños, se encuentran bloqueados en estos bosques. Según el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el jueves pudo entregárseles una "ayuda humanitaria de emergencia" como mantas, ropa de invierno y pañales para los niños.
Lituania, que también ve cómo los migrantes comienzan a llegar a su frontera con Bielorrusia, pidió el jueves que se cree un "corredor humanitario" para evacuar a los migrantes hacia la ciudad bielorrusa de Grodno, que tiene aeropuerto, y desde donde podrían llegar a "sus casas".
Y Ucrania anunció el jueves que desplegará miles de guardias fronterizos y policías en su frontera con Bielorrusia para evitar una situación similar a la que vive Polonia.
Según el diario polaco Gazeta Wyborcza, 10 migrantes han muerto en la frontera entre Bielorrusia y Polonia desde el inicio de la crisis.
- En alerta -
Polonia ha desplegado 15.000 militares en la frontera, colocó una alambrada y aprobó la construcción de un muro. El jueves, las autoridades del país informaron de que hubo 468 intentos de atravesar la frontera en las últimas horas, entre ellos un grupo de 150 personas que intentó cruzar "por la fuerza".
Esta crisis lleva semanas gestándose. Desde agosto, Polonia registró 32.000 intentos de entrar ilegalmente en su territorio, 17.000 de ellos en octubre.
En Sokolka, ciudad polaca situada a unos 15 kilómetros de la frontera, las autoridades están en alerta y detienen vehículos para verificar que no transportan migrantes, comprobó la AFP.
Los habitantes de la localidad no ocultan su miedo ante una llegada masiva e migrantes y apoyan a las autoridades.
"Tengo miedo de que puedan pasar y de las consecuencias que podría traer", dijo Henryk Lenkiewicz, un jubilado de 67 años.