Portugal no debe “bajar la guardia” ante la pandemia del nuevo coronavirus, afirmó el viernes el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, quien anunció su intención de prolongar el estado de emergencia hasta el 1 de mayo.
El primer ministro, Antonio Costa, también ha defendido que se mantengan las medidas de confinamiento ya que “el levantamiento del estado de emergencia enviaría un mensaje equivocado al país”.
“Tomaré la iniciativa de renovar el estado de emergencia hasta el 1 de mayo”, declaró el jefe del Estado. “En este momento decisivo, no podemos bajar la guardia”, señaló Rebelo de Sousa.
En vigor desde el 19 de marzo y hasta el 17 de abril incluidos, el estado de emergencia será prolongado oficialmente quince días más a finales de la semana que viene, precisó.
Para evitar los desplazamientos habituales durante la Semana Santa, el gobierno intensificó las medidas de confinamiento. Entre el jueves y el lunes, todos los aeropuertos del país permanecerán cerrados y la población solo podrá salir de su municipio de residencia para ir trabajar en los sectores que siguen activos.
Según el balance publicado el viernes, Portugal cuenta con 15.472 casos de contagio de nuevo coronavirus oficialmente declarados y un total de 435 muertos por COVID-19.
Desde mediados de marzo, cuando Portugal contaba con menos de 300 casos y todavía no había registrado ningún fallecimiento, el país cerró sus escuelas y su frontera con España, duramente golpeada con casi 16.000 muertos según un balance del viernes.
El jueves, el primer ministro portugués anunció que las guarderías y las escuelas ya no abrirán de aquí a que acabe el curso escolar, salvo quizás para los estudiantes de secundaria que deben examinarse.
Entre la comunidad médica se apela a la prudencia. “Hay una sensación de que la situación se estabiliza y podría conducir a relajar las medidas de protección, pero esto no debe producirse”, afirmó a la AFPTV Anabela Oliveira, directora del servicio de urgencias del hospital Santa Maria e Lisboa, el mayor del país.