Portugal, uno de los países con niveles de vacunación más elevados del mundo, inició este sábado su campaña para inmunizar a los niños de entre 5 y 11 años, siguiendo los pasos de otros países europeos para frenar el avance de la variante ómicron.
Cerca de 60.000 niños, de los 640.000 de esta franja de edad, estaban inscritos para recibir a partir de este fin de semana una primera dosis del inmunizante pediátrico de Pfizer.
El primer ministro, Antonio Costa, explicó el viernes que la progresión del nuevo coronavirus era más fuerte "entre los niños no vacunados y sus padres".
Con 88,9% de su población de 10,3 millones de habitantes inoculada, Portugal tiene la segunda tasa de vacunación más elevada del mundo, después de Emiratos Árabes Unidos, según la base de datos de "Our World in Data".
En paralelo, más de 2,2 millones de dosis de refuerzo han sido administradas, dando una mayor protección a 80% de las personas de más de 80 años y a 70% de las de 65-79 años, informó el viernes la ministra de Salud, Marta Temido.
Pese a estos niveles de inmunización, el gobierno restableció desde principios de diciembre varias medidas de control sanitario, para ampliar el uso de la mascarilla, el certificado de vacunación y los test de detección.