El peronismo comenzó un proceso de unidad para enfrentar al presidente de Argentina, Mauricio Macri, en las elecciones generales del próximo año, en las que todavía no se vislumbra un candidato opositor de peso.
Macri puede postularse a la reelección en 2019, lo que tratará de impedir una oposición fragmentada que encabeza la expresidenta Cristina Fernández quien, a pesar de ser peronista, el año pasado creó su propio partido para postularse al Senado.
Fernández cuenta con una popularidad estable de 30 por ciento, pero esos niveles no alcanzan para pensar en una tercera candidatura presidencial exitosa, ya que los niveles de rechazo en su contra son más altos y estables.
Además, la hoy senadora enfrenta múltiples procesos judiciales, varios de ellos por presunta corrupción, que pueden derivar en un juicio de desafuero, condenas e inhabilitación para ocupar cargos públicos.
El triunfo de Macri en 2015 provocó pleitos internos en el Partido Justicialista (PJ), la fuerza política que el tres veces presidente Juan Domingo Perón creó en 1946 y que, desde entonces, es actor fundamental en la historia del país sudamericano.
Influyentes peronistas como el senador Miguel Ángel Pichetto; el exjefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el diputado Diego Bossio se alejaron de Fernández después de la derrota electoral.
La expresidenta, por su parte, también rompió con la estructura formal del PJ para postularse al Senado el año pasado al amparo de una nueva fuerza, Unidad Ciudadana, creada exprofeso para su postulación.
Ahora, sin embargo, los peronistas comenzaron a reunirse para hacer a un lado las disputas y analizar el escenario electoral del próximo año con la esperanza de encontrar a un candidato que pueda ganarle a Macri.
En ese proceso, peronistas que se habían vuelto enemigos de la expresidenta Fernández como su exjefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el exsecretario general de la Central General del Trabajo, Hugo Moyano, ya tendieron puentes con ella.
"Con ella no alcanza, pero sin ella no se puede", resumió Alberto Fernández después de reunirse en privado con su exjefa por primera vez en una década, desde que salió del gabinete peleado con ella.
"Si Cristina me dice: '¿negro, por qué no te venís a tomar un café?, y bueno, yo, voy", afirmó por su parte Moyano, quien se distanció durante años de Cristina Fernández, al grado de apoyar la campaña presidencial de Macri.
Esta semana, los rencores políticos de los peronistas comenzaron a quedar atrás, tal y como lo evidenció una reunión de dirigentes realizada en Buenos Aires pero que se replicará en otras ciudades del país.
“Encuentro por la unidad” fue el nombre explícito de un encuentro multitudinario que encabezaron diputados, senadores, sindicalistas y líderes políticos de diversas corrientes peronistas que coincidieron en sus críticas al gobierno macrista.
Por ahora, sin embargo, todo es incertidumbre con miras a 2019, ya que Macri sigue contando con el apoyo de gran parte de la población, del sector empresarial y de los medios de comunicación más influyentes.