Etiopía vive una "inmensa crisis humanitaria", aseguró este miércoles el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ante el Consejo de Seguridad, y exigió que las autoridades permitan el acceso "sin trabas" de la ayuda, una semana después de la expulsión de siete funcionarios de la organización.
"El país se enfrenta a una inmensa crisis humanitaria que exige una atención inmediata" y "esto hace particularmente preocupante el anuncio del jueves pasado del gobierno etíope de expulsar a siete altos responsables de la ONU, la mayoría personal humanitario", subrayó.
Tras esta "expulsión sin precedentes", "insto a las autoridades etíopes a que nos permitan llevar ayuda humanitaria "sin trabas y faciliten nuestro trabajo con la urgencia que esta situación exige", agregó el jefe de la ONU en la reunión de emergencia del Consejo, la segunda en menos de una semana solicitada por los miembros europeos y estadounidense de esta instancia.
"Esta expulsión sin precedentes debería ser objeto de una profunda preocupación para todos nosotros ya que afecta al corazón de las relaciones entre la ONU y los Estados miembro", insistió Guterres.
En caso de problemas con el comportamiento de un funcionario de la ONU en un país, "hay procedimientos" que deben ser seguidos "y no se han respetado", denunció al recordar que la ONU considera que declarar a los siete funcionarios persona non grata es ilegal y contrario a la Carta de Naciones Unidas.
Para facilitar la ayuda, hay que otorgar rápidamente visados al personal de la ONU y "esto significa también que el personal en el interior del país sea tratado con dignidad y respeto para llevar a cabo su trabajo vital", precisó el jefe de la ONU.
"Cualquier escalada del conflicto no hará más que agravar la tragedia", agregó al recordar que más de 400.000 personas están en situación de hambruna en el Tigré y que la ONU sigue sin tener acceso a esta población.
Asimismo, hay necesidades humanitarias en las provincias de Amhara y Afar, aseguró. El único corredor para llegar a Tigré está en la provincia de Afar, donde "los movimientos están muy limitados a causa de los controles oficiales y no oficiales, la inseguridad y otras trabas y desafíos".