Ataques aéreos lanzados en el marco del conflicto armado en Siria, que en marzo próximo cumple siete años de haber iniciado, provocaron tan solo en la primera semana de febrero la muerte de más de mil civiles, de acuerdo con Naciones Unidas (ONU).
En un mensaje emitido este fin de semana, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que estas muertes suceden en el marco de una escalada militar en todo el territorio de Siria que ya comienza a extenderse de manera peligrosa más allá de las fronteras de este país.
“Los últimos acontecimientos suceden mientras el pueblo sirio atraviesa por uno de los períodos más violentos en casi siete años de conflicto. Se reportaron más de mil bajas civiles por ataques aéreos solo en la primera semana de febrero”, apuntó Guterres.
El secretario general reiteró su llamado a todas las partes interesadas de la región para que respeten sus obligaciones internacionales, así como las resoluciones sobre Siria aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Llamó además a todas las partes del conflicto a cooperar en aras de una disminución inmediata e incondicional de la violencia y para que ejerzan prudencia.
El secretario general instó además a las partes a avanzar rápidamente hacia una solución política de conformidad con las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad. Consideró que la negociación es la única manera de poner fin a la violencia y al terrible sufrimiento del pueblo sirio.
De acuerdo con informes de prensa, el suburbio del este de Ghouta ha sido el escenario de intensos ataques de parte del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Asimismo, algunos observadores señalan que Rusia se encuentra también detrás de algunas de las agresiones. La cancillería del Reino Unido denunció la semana pasada que ataques aéreos rusos han devastado de manera adicional la ciudad de Idlib.