La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó este martes la ausencia de normas comunes en la Unión Europea para los desplazamientos de personas, mientras la propagación de la variante Delta del coronavirus genera cada vez más preocupación en Europa.
"Lamento que hasta ahora no hayamos alcanzado una actitud común de los Estados miembros respecto a las reglas de viaje", declaró la jefa de gobierno en una rueda de prensa en Berlín junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
"Ahora tenemos esta situación en Portugal, quizá hubiéramos podido evitarla. Es por eso que debemos trabajar aún más", añadió, en alusión a la preocupación del gobierno portugués por un repunte de casos de covid-19.
Mientras que varios países europeos suavizaron las medidas sanitarias, Portugal tuvo que tomar medidas restrictivas prohibiendo las entradas y salidas durante el fin de semana en la región de Lisboa.
La semana pasada, el país registró el nivel de contagios diarios más alto desde febrero.
"Hemos avanzado en los últimos meses", matizó no obstante Angela Merkel. "Pero no donde me gustaría que estuviera la Unión Europea", apuntó, dos días antes de la cumbre europea que se celebrará el jueves y el viernes.
Por su parte, Ursula von der Leyen consideró que solo es "una cuestión de tiempo" hasta que la variante Delta se convierta en la dominante en el continente.
"Es importante continuar vacunando lo más rápidamente posible", añadió.
Los países de la UE se pusieron de acuerdo para coordinar sus medidas y facilitar los viajes dentro del bloque comunitario durante el verano boreal, con la adopción de un certificado sanitario, pero prevén la posibilidad de reimponer restricciones en caso de emergencia.
A partir del 1 de julio, cualquier persona que cuente con un certificado sanitario europeo que atestigüe que ha sido vacunada, que posee un test negativo al coronavirus o que está inmunizada tras haberse contagiado, debería poder viajar dentro de la UE sin tener que realizarse test suplementarios o observar cuarentenas.