Los médicos a cargo del líder opositor ruso Alexéi Navalni, ingresado en cuidados intensivos en un hospital de Siberia por un supuesto envenenamiento, rechazan su traslado al extranjero debido a su estado "inestable", indicó el viernes su entorno, denunciando una decisión que "amenaza su vida".
"El médico jefe anunció que Navalni no es transportable. Su estado es inestable", afirmó la portavoz del opositor, Kira Yarmysh, en Twitter. El rechazo de trasladarlo "es una amenaza directa para su vida. Es mortalmente peligroso dejarlo en el hospital de Omsk sin equipamiento y sin que todavía se haya hecho un diagnóstico".
Según ella, la decisión de los allegados del opositor no es suficiente para que sea transferido al extranjero, ya que los médicos se oponen.
El brazo derecho del activista, Leonid Volkov, denunció por su parte "una decisión política y no médica". "Esperan que las toxinas salgan y no puedan ser detectadas en el cuerpo. No hay diagnóstico ni análisis. La vida de Alexéi está en peligro", aseguró en Twitter.
Alexéi Navalni, abogado de 44 años y uno de los críticos más duros contra el Kremlin, regresaba en avión de Tomsk a Moscú cuando empezó a sentirse mal. El aparato tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk, en Siberia Occidental.
El opositor fue ingresado en el hospital, en la unidad de cuidados intensivos, conectado a un respirador artificial. Según su entorno, fue víctima de un "envenenamiento intencionado".
Alemania y Francia ofrecieron el jueves "toda la ayuda médica" necesaria. Un avión medicalizado, fletado por una oenegé, partió el viernes de madrugada desde Alemania con el objetivo de repatriar al activista.
"Claramente, es más seguro a bordo de un avión moderno que en el hospital de Omsk, trasládenlo lo antes posible", pidió Volkov.
Navalni, cuyas publicaciones sobre la corrupción de las élites rusas son muy seguidas en las redes sociales, ya ha sido víctima de varios ataques físicos.