Más de 3.000 civiles han sido evacuados en la última semana de Donetsk, región en el este de Ucrania asolada por la ofensiva militar rusa, anunciaron las autoridades ucranianas el martes.
"En los últimos seis días, 3.000 residentes han sido evacuados, incluidos casi 600 niños y 1.400 mujeres", dijo Kirilo Timoshenko, subjefe de la administración presidencial, en su canal de Telegram.
Kiev presiona desde hace meses a los civiles para que abandonen el área, pero muchos se niegan a partir por razones económicas o arguyendo que no tienen adónde ir. Desde finales de julio la salida del territorio es obligatoria.
El responsable señaló que se había evacuado a más de 1,3 millones de personas desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania en febrero y que ahora había "una población de 350.000 personas, incluidos 50.000 niños, en el territorio".
A finales de julio, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció esta decisión especialmente en previsión del invierno, ya que la destrucción de las redes de distribución de gas podría dejar sin calefacción a las viviendas.
En las últimas 24 horas, tres civiles murieron y 19 fueron heridos debido a los combates en la región, informó la presidencia ucraniana.
Después de haber conquistado casi toda la región de Lugansk (este), las fuerzas rusas concentraron su asalto en la vecina Donetsk, con el objetivo en particular de tomar Kramatorsk, principal localidad en el área aún bajo control ucraniano.
Lugansk y Donetsk conforman la cuenca del Donbás, zona industrial del este de Ucrania, que Moscú aspira a controlar en su totalidad. Una gran parte una está en manos de separatistas prorrusos desde 2014.
El avance ruso, sin embargo, sigue siendo extremadamente lento.
