Hasta 269 bomberos, apoyados por 88 vehículos terrestres de extinción y ocho medios aéreos, combaten un incendio "de grandes dimensiones" desatado al inicio de la tarde de este sábado en el municipio de Monchique, en el sur de Portugal.

Las llamas, que comenzaron en una zona de matorral, según datos de la Protección Civil portuguesa, han tenido un acelerado crecimiento y ya se han dividido en dos frentes, y ahora la preocupación es que siga extendiéndose tras alcanzar el vecino municipio de Portimão.

El gran enemigo es la "intensidad del viento", que ha provocado que en poco tiempo el fuego alcanzara "de forma muy rápida" una "gran dimensión", según el Comando de Operaciones de Socorro del distrito de Faro, que engloba a Monchique.

Protección Civil tiene desplazados en la zona a 269 bomberos, en lo que se ha convertido en el primer incendio relevante de este verano, que ocurre además en una zona sensible y con malos recuerdos para el país.

Monchique, una zona muy montañosa y con una densa floresta, registró el fuego más virulento vivido en Portugal hace tres años, que durante la primera semana de agosto de 2018 arrasó más de 20.000 hectáreas y destruyó al menos 17 casas.

Por el momento las autoridades dicen no tener conocimiento de que haya viviendas en peligro, aunque se ha evacuado por precaución a once ancianos de una residencia en la cercana Pereira, perteneciente al término municipal de Portimão.

El fuego declarado este sábado llega en un día con temperaturas por encima de los 30 grados en el sur de Portugal, y que sucede a la ola de calor que alcanzó al país el fin de semana pasado, en el que se registró una media de 35 grados.