Stepanakert, Azerbaiyán | AFP.- Las fuerzas separatistas armenias de Nagorno Karabaj y el ejército de Azerbaiyán intensificaron el fuego de artillería, en particular en Stepanakert, capital separatista, y en Ganyá, la segunda ciudad más grande de Azerbaiyán.
Ambas partes acrecentaron sus declaraciones belicosas, ignorando los llamados internacionales a una tregua y reprochándose mutuamente la responsabilidad del conflicto. Las dos partes desmienten los éxitos militares reivindicados por la otra, y se acusan mutuamente de tomar a civiles como blanco.
Desde el viernes, Stepanakert, la principal ciudad de Nagorno Karabaj, fue objeto de ataques que obligaron a la población a esconderse en sótanos y refugios. En la madrugada de este domingo, la ciudad se había quedado sin electricidad, pero al mediodía el servicio fue restablecido.
Los ataques con cohetes se habían reanudado con intensidad el domingo alrededor de las 09H30 (05H30 GMT), indicaron periodistas de la AFP en la ciudad, donde las sirenas sonaron casi incesantemente.
El centro y la periferia se vieron afectados y en el noreste se veía humo negro en el cielo.
Los residentes se escondieron en los refugios existentes, como la cripta de una iglesia, donde varias familias esperaban en un ambiente de resignación.
- Objetivos civiles -
"Soy capellán militar, acabo de regresar del frente. Esto me preocupa, que disparen sobre los civiles, comentó à la AFP, Gor Iurjan, de 28 ans, refugiado en el lugar de culto.
Según las autoridades locales, se trata de disparos de sistemas de lanzacohetes múltiples Smerch y Polonez. También hay drones sobrevolando la ciudad.
El presidente de la autoproclamada república, Arayk Harutyunyan, anunció que, como represalia, sus fuerzas se centrarían ahora en atacar las infraestructuras militares de las "grandes ciudades" de Azerbaiyán, situadas a mayor distancia del frente, y pidió "a los civiles que abandonen inmediatamente esas ciudades".
"Es su estrategia militar", acusó por su lado un consejero de la presidencia azerbaiyana Hikmet Hajiyev.
Una habitante de la localidad azerbaiyana de Beylagan, entrevistada por la AFP, dijo que su casa había sido parcialmente destruida la víspera.
"Estaba horneando pan cuando escuché explosiones, abrí la puerta y vi bombas cayendo en el patio", destacó la mujer, señalando el techo parcialmente destruido.
"Las fuerzas azerbaiyanas están apuntando a objetivos civiles", dijo por su parte el portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Arstroun Hovhannissian.
- Retirada de los "territorios ocupados" -
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán anunció que la segunda ciudad más grande del país, Ganyá, "está bajo el fuego de las fuerzas armenias". Bakú acusó a Armenia de disparar, lo que Ereván niega.
El portavoz de la presidencia de Karabaj, Vagram Pogossian, afirmó que los ataques eran separatistas y que el aeropuerto militar había sido "destruido". "Este es sólo el primero", proclamó.
Azerbaiyán también informó de ataques con cohetes contra "las ciudades de Terter y Horadiz en la región de Fizuli" desde Stepanakert.
El sábado por la tarde, el presidente de la república autoproclamada aseguró que "el ejército ha mejorado sus posiciones, preparando el terreno para los avances".
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo por su parte que, desde el comienzo de los combates, el 27 de septiembre, se habían conquistado 14 pueblos, así como un macizo montañoso calificado de estratégico, el Murovdag.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, anunció en Twitter el sábado por la noche que sólo ese día se habían conquistado siete pueblos.
Unas horas antes, había reafirmado que sólo una retirada de las fuerzas armenias de los "territorios ocupados" podría poner fin a este conflicto que empezó en los años 1990.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, estimó que Armenia se enfrenta a "quizás el momento más decisivo de su historia" e hizo un llamamiento a la movilización para la "victoria".
Nagorno Karabaj, una zona poblada principalmente por armenios, hizo secesión de Azerbaiyán después de la caída de la Unión Soviética, lo que dio lugar a una guerra a principios de los años 1990 que mató a 30.000 personas.
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