Llegan a Moscú diplomáticos expulsados de EU

Redacción

  · domingo 1 de abril de 2018

Foto: Notimex

Los 60 diplomáticos rusos que fueron expulsados de Estados Unidos por el caso del exespía Serguei Skripal, que fue envenenado en Reino Unido, llegaron hoy a Moscú , junto con sus familias, a bordo de dos aviones enviados por las autoridades locales.

Un avión trasladó a diplomáticos de la embajada de Rusia en Washington y a bordo del otro viajaron diplomáticos del consulado de Nueva York y de la misión permanente de Rusia ante las Naciones Unidas.

En total 171 personas, entre diplomáticos y sus familiares, salieron la víspera de Estados Unidos y llegaron este domingo a Moscú, reportaron las agencias de noticias Sputnik e Itar-Tass.

Estados Unidos ordenó la semana pasada la salida de 60 diplomáticos rusos, incluidos 48 empleados de la embajada en Washington y 12 diplomáticos asignados a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, así como el cierre del consulado en Seattle, en represalia por el envenenamiento de Skripal en Reino Unido.

Reino Unido responsabilizó a Rusia del envenenamiento del exespía y su hija Yulia, ocurrido el pasado 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury, algo que Moscú niega de manera rotunda.

En represalia, Londres expulsó a 23 diplomáticos rusos y ordenó la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.

A Reino Unido le apoyaron otros 28 países, así como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que derivó en la expulsión de un total de 153 diplomáticos y la llamada a consultas de varios embajadores.

Rusia, que rechaza las acusaciones por el caso Skripal, respondió de manera simétrica a 25 países, al ordenar la expulsión de 142 diplomáticos extranjeros, entre ellos 60 diplomáticos estadunidenses y revocando el permiso para el funcionamiento del consulado general de Estados Unidos en San Petersburgo.

El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, consideró la víspera que el caso del exespía que fue envenenado con un agente nervioso, fue un pretexto para llevar a cabo una provocación planeada de antemano contra Rusia.

La vocera de la cancillería rusa, María Zajarova, dijo que el hermetismo de Reino Unido sobre este caso despierta “sospechas” sobre la implicación de los propios británicos.

“El ocultamiento de información, el secreto en que se mantienen los detalles de lo ocurrido hace pensar en que pueden estar implicados, en particular, los servicios secretos británicos”, aseveró.