Los líderes soberanistas europeos de extrema derecha y conservadores, entre ellos los primeros ministros de Hungría y Polonia, pidieron este sábado en Madrid unidad europea ante la crisis entre Ucrania y Rusia, en una declaración de la que se desmarcó la francesa Marine Le Pen.
"Las acciones militares de Rusia en la frontera oriental de Europa nos han conducido al borde de una guerra", afirma la declaración final de la reunión que estas formaciones mantuvieron en Madrid, según un extracto que leyó a la prensa el español Jorge Buxadé, portavoz de Vox.
"La solidaridad, la determinación y la cooperación en materia de defensa entre las naciones de Europa son necesarias ante tales amenazas", añade el texto, según Buxadé.
La situación en Ucrania fue uno de los temas principales de esta reunión a la que asistieron los primeros ministros de Hungría, Viktor Orban, y Polonia, Mateusz Morawiecki, la candidata presidencial francesa Marine Le Pen y Santiago Abascal, líder de la formación anfitriona, la española Vox.
En un momento en que Francia mantiene conversaciones directas con Rusia para calmar la situación, y que Alemania rechaza hacer llegar armamento a Ucrania, Orban y Morawiecki pidieron a sus aliados cerrar filas.
Sin embargo, Marine Le Pen se desmarcó de la declaración argumentando no querer interferir en las gestiones del presidente Emmanuel Macron: "no quiero de ninguna manera que lo que se decida hoy influya (...) en la libertad del presidente" en las negociaciones, argumentó.
Los polacos y húngaros "hemos tratado de explicar a nuestros amigos que si vives en Madrid, lo que ocurre en la frontera ruso-ucraniana no tiene una repercusión inmediata en ti", aseguró Orban.
Sin embargo "para nosotros, que vivimos en Europa central, es un tema muy importante, y pedimos a todas las partes aquí que aboguen por la paz y la desescalada", dijo a la prensa el húngaro.
Rusia acumula tropas en la frontera con Ucrania, lo que ha despertado temor a una invasión. El presidente ruso, Vladimir Putin, niega que quiera invadir el país, pero exige el cese de lo que considera injerencia de Estados Unidos y los occidentales en su área de influencia, y en concreto que la OTAN detenga su expansión hacia el este.
El de Madrid es el segundo encuentro de estas formaciones tras el celebrado en Varsovia en diciembre, y tenía como objetivo avanzar en la constitución de un frente común en el Parlamento europeo, dado que estos partidos, cuya emergencia y multiplicación en Europa es relativamente reciente, están dispersos en diferentes bancadas.
"Avanzamos en este trabajo fundamental que hemos emprendido, cuyo objetivo final es la constitución de un grupo muy amplio", explicó a la prensa Marine Le Pen.
Los partidos convocados coinciden en denunciar lo que consideran poder excesivo de la Unión Europea en los asuntos de los Estados, la inmigración ilegal, en particular de musulmanes, o la desindustrialización.
El encuentro también sirvió a intereses domésticos, como en el caso de Le Pen, que, rodeada de sus aliados internacionales, entre ellos dos primeros ministros, marcaba perfil respecto al principal rival de su campo en las presidenciales francesas de abril, Eric Zemmour.