Las bicicletas compartidas se han convertido en el mejor sistemade transporte en muchos países, pero en Beijing, la capital chinaque algún día fue considerada el reino de estos velocípedos,existen más de 11 millones de usuarios y las convierten en elmedio de transporte menos contaminante y más barato en el giganteasiático.
“En China actualmente el costo (por viaje) es de siete a 15centavos de dólar americano, lo que es más barato que el camióny el metro en China, que ya es muy muy barato”, afirma elvicepresidente de Operaciones Internacionales de Mobike, ChrisMartin.
“Fuera de China en los demás países tenemos diferentesprecios, pero siempre seremos mucho más baratos que cualquiertransporte público, ya que es un producto que no le requierepersonal a nadie, no hay un conductor, y puede ser compartido pormiles de personas al año”, agrega.
Las hay de colores azul, amarillo, blanco o anaranjado, segúnla empresa que proporcione el servicio. Han invadido el espacio yse amontonan en las calles, en las paradas del metro de la ciudadde Beijing, para dar cuenta de la revolución en dos ruedas que sevive en este país.
Martin sostiene que la bicicleta “es inteligente y no necesitaestaciones de carga, se puede estacionar donde sea que tengapermiso y puedes recoger una en donde sea”.
“Todo el sistema funciona a través del smarthphone: encontraruna bici, quitar el seguro, la llevas a dónde quieres y ahítermina”, refiere.
El sistema de bicicletas compartidas se ha convertido en unnegocio global y se espera que para 2020 esta industria tenga unvalor de cinco mil 900 millones de dólares, según un reporte dela firma de investigaciones Roland Berger.
Estos nuevos servicios de alquiler, mediante una aplicaciónmóvil, son cada día más populares en China, que algún díacedió este mercado a los automóviles.
De hecho, una proyección de la agencia BigData Research, consede en Beijing, calcula que el número de usuarios podríaalcanzar los 50 millones a fines de este año.
En el mercado de bicicletas compartidas, llama la atención elcrecimiento de la empresa china Mobike, que en menos de dos años,desde abril de 2016, ha colocado siete millones de bicicletas nosólo en este país, sino en 180 ciudades del mundo.
Con 200 millones de usuarios y 30 millones de viajes al día, lajoven empresa comienza a ver a los países de Latinoamérica, entreellos a México, como mercado potencial.
“Estamos muy emocionados en cuanto a América Latina y todoslos demás lugares del mundo donde haya una buena oportunidad y endonde las ciudades quieran trabajar con nosotros para llevar elmismo modelo de Mobike… que busquen la manera de evitar eltráfico, reducir la congestión, reducir la contaminación y hacerde la ciudad un lugar mejor”, considera Martin.
Aunque todavía no hay anuncios concretos, se espera que estemodelo de movilidad se extienda en poco tiempo en Latinoamérica,porque se ha convertido en otra herramienta de lucha a favor delmedio ambiente.