Las fuerzas separatistas armenias y el ejército azerbaiyano seguían combatiendo el martes en varios sectores del frente en Nagorno Karabaj, sin respetar la tregua humanitaria por cuarto día consecutivo.
Los dos bandos se acusaron mutuamente de las hostilidades que ya han causado unos 600 muertos, 67 de ellos civiles, según balances muy parciales, ya que Azerbaiyán no comunica las pérdidas militares.
Los separatistas del enclave acusaron al ejército rival de haber lanzado una triple ofensiva en el sur, el norte y el nordeste de la autoproclamada república.
Por su lado, Bakú afirmó "respetar el alto el fuego" pero que el enemigo armenio disparaba contra los distritos azerbaiyanos de Goranboy, Terter y Agdam.
La tregua, alcanzada con la mediación de Rusia, tenía que haber entrado en vigor el sábado, al menos para permitir intercambiar prisioneros y combatientes fallecidos. Pero, hasta la fecha, nunca se ha respetado.
Nagorno Karabaj es un territorio azerbaiyano poblado mayoritariamente por armenios que proclamó su independencia en 1991, lo cual provocó una cruenta guerra que se saldó con 30.000 muertos.
Desde entonces, Bakú acusa a Armenia de ocupar su territorio, y a menudo estallan enfrentamientos entre los dos rivale. Pero los combates actuales, que empezaron el 27 de septiembre, son los más graves desde 1994.
Tras casi tres décadas de estancamiento diplomático del conflicto, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, prometió que retomaría el control de este territorio, aunque fuera a la fuerza.
La comunidad internacional teme que el conflicto se internacionalice. Turquía alienta a Azerbaiyán a pasar a la ofensiva y Rusia tiene un tratado militar con Armenia.
También se acusó a Ankara de haber enviado combatientes proturcos desde Siria para luchar junto a los azerbaiyanos, lo que Azerbaiyán niega.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), 119 combatientes sirios de facciones proturcas murieron desde finales de septiembre, de los 1.450 desplegados en Karabaj.