Los opositores al pasaporte sanitario y a la obligación de vacunarse contra el covid-19 manifestaron de nuevo este sábado en Francia, aunque la movilización perdió fuerza por segunda semana consecutiva.
Las protestas reunieron a 175.503 personas en Francia, según el ministerio del Interior, frente a los 214.845 manifestantes la semana anterior, en la que ya se registró un descenso de los participantes.
El colectivo militante Le Nombre Jaune (El Número Amarillo) contó el pasado sábado 388.843 participantes, también por debajo de los 415.000 que comunicó la semana anterior.
El sexto fin de semana de movilización transcurrió en calma. Veinte personas fueron detenidas y un miembro de las fuerzas de seguridad resultó herido, precisó el ministerio.
"Vacúnense si quieren, pero estamos contra un pase en el hospital o para hacer la compra", aseguró en Pau (suroeste) Jérôme Rodrigues, figura del movimiento social antigubernamental de los "chalecos amarillos", ante 2.700 manifestantes, según la policía.
El certificado sanitario, que una mayoría de franceses aprueba, es obligatorio en bares y restaurantes, en los servicios médicos en determinadas condiciones, en trenes y, desde el lunes, en más de 120 centros comerciales y tiendas de la región de París y del sur.
El certificado puede obtenerse con una pauta de vacunación completa, con un test de antígenos de menos de 72 horas o si se superó la enfermedad en los últimos seis meses.
Aunque el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, dijo que no está sobre la mesa, algunos manifestantes protestaban por una eventual extensión de la vacunación a los menores de 12 años.
"No toquen a nuestros hijos" gritaban los manifestantes en Burdeos (suroeste).
En París, cuatro manifestaciones tuvieron lugar, una de ellas a llamado del ultraderechista Florian Philippot, ex número 2 del Frente Nacional.
"No tengo por qué mostrar un documento para ir a la cafetería. No estoy en contra de la vacuna, pero espero la francesa. Así sabremos qué hay dentro", indicó a la AFP Monique Bourhis, de 75 años, en París.
Según el ministerio de Sanidad, más de siete personas de cada diez han recibido al menos una dosis de la vacuna y más de seis de cada diez están completamente inmunizadas en Francia.