El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se encontraban en lunes en camino a Hanói, donde el miércoles y jueves tienen prevista su segunda reunión cumbre.
Esta reunión es aguardada con enorme expectativa por la comunidad internacional ante la perspectiva de lograr avances concretos en la desnuclearización de la península coreana.
Desde su avión, el Air Force One, Trump recurrió a su arma predilecta, la red Twitter, para enviar un mensaje de optimismo: "espero una Cumbre muy productiva".
Poco antes sin embargo, había vuelto a mencionar el desarme nuclear de Corea del Norte. "Con la completa desnuclearización, Corea del Norte podrá ser una potencia económica. Pero sin ella, será apenas más de lo mismo".
"¡Presidente Kim, tome la decisión correcta!", añadió
En tanto, Kim continuaba este lunes su largo viaje en un tren blindado a través de territorio chino para llegar hasta Vietnam.
El viaje del líder norcoreano, sin embargo, está rodeado de enorme misterio y rigurosas medidas de seguridad, al punto que desalojar numerosas personas de poblados y estaciones ferroviarias por donde pasa su tren blindado.
La estación de trenes en la aldea de Dong Dang, en la frontera entre China y Vietnam, donde el tres de Kim debe llegar el martes, se encontraba este lunes completamente aislada.
Fuentes que pidieron el anonimato en Vietnam filtraron a la prensa que el viaje en tren de Kim terminaría en Dong Dang y que de allí el líder norcoreano recorrería el tramo final hasta Hanói por carretera.
De confirmarse ese trayecto, el tren blindado habrá recorrido una distancia de 4.000 kilómetros desde Pyongyang, hasta Dong Dang.
Elevada expectativa
Con la cita de los dos líderes aproximándose, aumenta también la expectativa de la comunidad internacional sobre resultados concretos.
Kim y Trump mantuvieron el año pasado una reunión en Singapur que terminó con un vago comunicado sobre esfuerzos de Pyongyang para avanzar hacia un desarme nuclear, pero sin plazos ni metas claramente establecidas.
Además, Corea del Norte insiste en que ese desmonte de su programa nuclear debe venir acompañado del levantamiento de las sanciones internacionales adoptadas contra Pyongyang
Por eso, este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su esperanza de que esta segunda reunión entre Kim y Trump termine con "medidas concretas" para el desarme nuclear de la península coreana.
Al hablar durante la Conferencia sobre Desarme, en Ginebra, Guterres dijo que esperaba que los dos líderes alcancen "medidas concretas para una desnuclearización duradera, pacífica, completa y verificable" de la península coreana.
No obstante, durante una ceremonia realizada el domingo en la Casa Blanca, Trump pareció interesado en reducir las expectativas de un acuerdo global.
"Las sanciones sigue. Todo sigue como está. Pero tenemos un sentimiento especial y pienso que conducirá a algo bueno. Pero tal vez no", comentó.
"Hay realmente una oportunidad para hacer algo muy, muy especial", dijo Trump, aunque aseguró que no cederá en nada.
Detrás de Trump, en cambio, las presiones provenientes del Congreso no cesan de aumentar para que el jefe de la Casa Blanca adopte una postura más firme.
El influyente senador Marco Rubio, por ejemplo pidió que Washington "maximice" las presiones sobre Pyongyang.
"Los negociadores estadounidenses deben presionar por un acuerdo fuerte que desmantele de forma completa, verificable e irreversible los programas misilísitico y nuclear de Corea del Norte", apuntó en una declaración emitida instantes después que el avión de Trump despegó hacia Vietnam.
De su lado, Pyongyang afirma que ya ha tomado pasos como la suspensión de sus pruebas misilísticas o artefactos nucleares durante más de un año, además de destruir las vías de acceso a sus campos de pruebas atómicas.
No perder tiempo
Según Harry Kazianis, del grupo conservador Center for the National Interest, las dos partes deberían hacer "al menos un paso adelante hacia la desnuclearización" porque "nada sería peor para ambos que salir de la reunión habiendo perdido el tiempo".
"Trump se focalizará más en un discurso según el cual ha obtenido la paz en vez de presionar a Kim hacia la desnuclearización", predice Scott Seaman, una analista de Eurasia Group.
Para Kim Yong-hyun, de la Universidad Dongguk, el mejor resultado sería que los dos dirigentes se pusieran de acuerdo sobre una hoja de ruta sobre la desnuclearización.
Washington podría prometer seguridad en forma de una declaración oficial sobre el fin de la Guerra de Corea (1950-53), que terminó con un armisticio.
La presidencia surcoreana juzgó creíble esta posibilidad. "Creo que existe una posibilidad real", dijo su portavoz, Kim Eui-kyeom.
Corea del Norte, que desde hace años lleva a cabo reformas en secreto para aligerar un poco el peso del estado, podría estar interesada en el modelo económico de Vietnam, un país comunista donde el gobierno mantiene el control total del poder pero se beneficia de la economía de mercado.