La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, realizó este jueves una nueva advertencia a Pekín para que renuncie a sus reivindicaciones en el disputado mar de China Meridional.
"Vamos a hablar alto y claro, si Pekín toma medidas que amenazan el orden internacional", dijo Harris en Hanoi, donde concluye una gira asiática. "La libertad de navegación (...) es un asunto vital para esta región", agregó.
Pekín reivindica la práctica totalidad del mar de China Meridional, una estratégica zona rica en recursos y por la que transita una gran parte del comercio marítimo mundial.
Varios países del sudeste asiático, entre ellos Vietnam, tienen reclamos superpuestos al de China, acusada de desplegar instalaciones militares en la zona.
Harris visitó Singapur y Vietnam para intentar impulsar las alianzas de Estados Unidos, cuando China le disputa la influencia política y la dominación naval en la región indo-pacífica.
Durante su gira, la vicepresidente acusó en varias ocasiones a las autoridades chinas de intimidar a sus vecinos. Pekín respondió con reproches similares sobre la actitud de Washington en Afganistán.
Su visita a Vietnam se produjo en un momento crítico para Washington por la caótica evacuación de afganos desde el aeropuerto de Kabul, que revivió el trauma de la huida de diplomáticos estadounidenses de Saigón en 1975.
Aunque Harris intentó poner el foco de la visita en la seguridad sanitaria, en pleno brote de coronavirus, las difíciles relaciones entre Washington y Pekín acapararon la atención.
Las relaciones sino-estadounidenses se han deteriorado por una serie de temas, desde la ciberseguridad y la supremacía tecnológica hasta los derechos humanos en Hong Kong y Xinjiang.