Irlanda anunció este viernes el confinamiento de su población, a partir de la medianoche del sábado para combatir la propagación del nuevo coronavirus.
"Todo el mundo debe quedarse en casa, sean cuales sean las circunstancias", explicó el primer ministro, Leo Varadkar.
El confinamiento está previsto en principio hasta el 12 de abril.
Solamente estarán exentos los trabajadores de sectores esenciales, los que deban acudir al médico, las salidas para la compra de productos esenciales o para hacer ejercicio.
También están prohibidas todas las reuniones públicas o privadas "de cualquier número de personas", fuera del hogar.
"Estas son acciones radicales destinadas a salvar la vida de tantas personas como sea posible", dijo Varadkar en una conferencia de prensa.
"Les estoy pidiendo un tiempo para renunciar a nuestras libertades y libertades personales por una causa mayor", agregó.
Hasta este viernes se han registrado en Irlanda 22 muertes relacionadas con el coronavirus y 2.121 casos de contagio, de acuerdo con el Departamento de Salud.
El gobierno de Irlanda ya había ordenado a principios de este mes el cierre de escuelas, universidades y bares en todo el país.
El Parlamento adoptó este viernes una ley de emergencia, que prevé principalmente un congelamiento de los alquileres, así como créditos de emergencia.
"Son tiempos difíciles, pero estas dificultades tendrán un fin", aseguró el primer ministro.