Italia rindió un sentido homenaje este jueves a su embajador en la República Democrática del Congo (RDC), asesinado con su guardaespaldas en un ataque contra un convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Luca Attanasio, de 43 años, murió tras recibir disparos y heridas cuando el convoy del PMA fue emboscado el lunes en la provincia de Kivu del Norte (este), cerca a la frontera con Ruanda.
En el ataque perdieron la vida también su guardaespaldas italiano, el carabinero Vittorio Iacovacci, de 30 años, y el conductor congoleño del PMA, Mustafa Baguma Milambo, de 56 años.
La triste marcha fúnebre de Chopin acompañó la ceremonia de despedida de los dos italianos, cuyos cuerpos fueron repatriados el martes en un vuelo especial.
En la céntrica iglesia de Santa María de los Ángeles en Roma, se desarrolló el funeral de Estado, marcado por las medidas de distanciamiento debido a la pandemia de coronavirus.
Una pequeña multitud despidió con aplausos y lágrimas a los dos representantes del Estado italiano, cuya muerte violenta generó indignación nacional.
Además de los familiares de las víctimas, asistieron el jefe de gobierno, Mario Draghi, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, así como varios ministros.
La ceremonia religiosa fue presidida por el cardenal Angelo De Donatis.
"Han sido arrancados de esta vida con una violencia estúpida y feroz que sólo deja dolor. La maldad deja maldad. La violencia se está imponiendo en todo el mundo y no sólo en la RDC", lamentó el purpurado.
"En este día sentimos la angustia de tres familias, de dos naciones, de toda la familia de naciones", agregó.
Apasionado de África, Luca Attanasio es el primer embajador italiano asesinado en el desempeño de sus funciones.
A pocos kilómetros de distancia, ante la enorme explanada frente a la sede del ministerio de Relaciones Exteriores italiano, cientos de funcionarios, dispuestos a distancia, guardaron un minuto de silencio en honor del diplomático.