El gobierno de Joe Biden presentó el lunes una propuesta para reformular un programa de la era Obama que protege a los inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como "soñadores", después de que un juez lo declarara ilegal.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) dijo que la iniciativa, que será sometida a consultas en los próximos 60 días antes de su eventual adopción, busca "preservar y fortalecer" la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en inglés), que actualmente ampara de la deportación a unas de 600.000 personas, la mayoría de México.
Hace dos meses, un juez federal de Texas decidió que el expresidente Barack Obama excedió su autoridad cuando instauró el DACA en 2012, indicando que sólo el Congreso tiene potestad en temas de inmigración. También señaló problemas de implementación del programa.
El fallo del 16 de julio mantuvo los beneficios para los titulares actuales del programa, pero bloqueó la inscripción de nuevos solicitantes.
El gobierno de Biden, que apeló la decisión judicial, dijo que la propuesta de reglamentación "es un paso importante" proteger a los "soñadores" y reconocer las contribuciones al país, pero insistió en la necesidad de una solución legislativa definitiva.
"Solo el Congreso puede brindar protección permanente", dijo el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, instando a los legisladores "a actuar rápidamente" para que los "soñadores" tengan el estatus legal que se merecen.
El DACA fue la solución ejecutiva que encontró Obama cuando el proyecto de "Ley de fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros" (DREAM Act), no fue aprobado en 2010 en el Congreso dominado por los republicanos. El acrónimo en inglés de esta ley dio origen al término DREAMers, "soñadores".
En 2017, el entonces presidente republicano Donald Trump buscó poner fin al DACA alegando que era inconstitucional, lo que provocó una larga batalla judicial que terminó en la Corte Suprema. El DACA sobrevivió a los intentos de desmantelamiento gradual y fue reinstaurado en diciembre pasado.
La normativa anunciada el lunes por el gobierno de Biden, exvicepresidente de Obama, introduce cambios en el proceso de solicitud del DACA, incluyendo nuevos costos. Pero mantiene las condiciones del programa original, que ampara de la deportación y brinda permiso laboral por dos años, pasibles de renovación.
Para acogerse al DACA, los inmigrantes indocumentados traídos de niños deben haber estado viviendo en Estados Unidos desde 2007 y haber llegado antes de tener 16 años. Deben estar estudiando, haberse graduado o ser veteranos de las fuerzas militares y no deben haber sido procesados por un delito, entre otros requisitos.
Al 30 de junio, unas 600.000 personas estaban bajo el DACA, la mayor parte de México (81%), seguido de muy lejos por El Salvador (4%), Guatemala (3%) y Honduras (2%).
Pero se calcula que los "soñadores" elegibles al DACA, que integran la población total de casi 11 millones de indocumentados estimada en el país, alcanzarían unos 2 millones.