Una estela hindú datada entre los siglos XIII y XV, y que se encontraba en un museo de Estados Unidos, volvió a ser instalada el sábado en el templo de Katmandú donde había sido robada hace 37 años.
Robada en 1984, el FBI y el Dallas Art Museum devolvieron en marzo a Nepal esta estela de piedra que representa a las divinidades hindúes Laksmí y Narayana, hasta ahora en manos de un coleccionista privado que la prestó al museo.
Una investigación de expertos de ambos países había permitido descubrir su origen fraudulento.
El sábado, la estela fue llevada de vuelta en un palanquín al templo de donde desapareció, entre cantos religiosos y música tradicional.
"Estamos muy contentos. Los esfuerzos que hicimos estos últimos tres o cuatro años dieron sus frutos", celebraba Dilendra Raj Shrestha, responsable de la campaña de recuperación de patrimonio de Nepal.
La estela estará ahora vigilada por sensores láser y cámaras de video, añadió Shrestha.
En Nepal, los templos y el patrimonio hindú y budista marcan el ritmo diario. Pero muchos de estos sitios fueron saqueados en los años 50 (cuando el país se abrió al mundo) alimentando los mercados de arte occidentales.
"Creo que hay un cambio a nivel mundial. Muchos países están reclamando la restitución de sus obras. Legítimamente, Nepal se encuentra en una buena posición porque nunca se autorizaron las exportaciones", explicó el profesor Erin L. Thompson, experto en criminalidad artística, que puso sobre la pista a los investigadores de este caso con un mensaje publicado en Twitter.
La devolución del patrimonio se ha convertido en un tema espinoso para muchos museos del mundo. Nepal consiguió este año la vuelta de seis obras robadas, y busca conseguir lo mismo con otras piezas que están en Francia, Estados Unidos y Reino Unido.