GAZA. Cinco palestinos murieron, tres de ellos por disparos, durante un reparto de comida en la Franja de Gaza, un territorio arrasado por los bombardeos y los combates entre el ejército israelí y el movimiento Hamas.
Al menos 82 personas murieron en las últimas 24 horas por nuevos bombardeos israelíes en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
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Tras casi seis meses de guerra, la mayoría de los 2.4 millones de habitantes de Gaza se encuentran al borde de la hambruna, según la ONU.
Tras el inicio del conflicto el 7 de octubre, Israel impuso un asedio casi “completo” a Gaza, impidiendo la entrada de comida, agua, medicamentos y combustibles.
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Desde entonces, la ayuda humanitaria apenas entra a cuentagotas en el territorio, donde la situación es crítica.
La Media Luna Roja Palestina informó que cinco personas murieron, tres de ellas por disparos, y treinta resultaron heridas en una estampida durante un reparto de alimentos en Ciudad de Gaza, en el norte.
Los insumos llegan con muchas dificultades a esa parte ya que entran por el paso de Rafah, en la frontera con Egipto en el extremo sur.
Ante el riesgo de hambruna, un segundo barco con ayuda humanitaria zarpó de la isla de Chipre con destino a Gaza con 400 toneladas de insumos.
Imágenes mostraron a camiones tocando el claxon y avanzando mientras se oían disparos. Durante varios segundos se produjeron escenas de caos mientras las ambulancias intentaban abrirse paso.
Según testigos, miembros de los comités encargados de supervisar la distribución de ayuda dispararon al aire e hirieron a varias personas.
Otras fueron atropelladas por camiones y unos tanques israelíes posicionados cerca efectuaron también disparos, añadieron las fuentes.
Las agencias de la ONU han insistido que ni los lanzamientos aéreos ni el corredor marítimo abierto entre Chipre y Gaza son suficientes para aliviar las necesidades de la población, e instan a abrir otros pasos terrestres.
Los lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria están provocando combates mortales en Gaza, en una batalla desesperada para conseguir alimentos y artículos de primera necesidad lanzados en paracaídas, en medio de temores de que poca de la tan necesaria asistencia esté llegando a los más amenazados por la hambruna inminente.
En tanto, la misión de paz de la ONU en Líbano informó que tres de sus observadores, incluyendo una mayor del ejército chileno, y el traductor que los acompañaba resultaron heridos en una explosión en el sur del país.
La misión de la ONU, conocida como FINUL, así como los observadores técnicos desarmados conocidos como ONU -VT, están destacados en el sur del Líbano para vigilar las hostilidades a lo largo de la línea de demarcación entre el Líbano e Israel, conocida como Línea Azul.
El grupo armado libanés Hezbolá ha estado intercambiando disparos con el ejército israelí a través de la Línea Azul desde octubre, paralelamente a la guerra en Gaza.
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El sábado, la FPNUL declaró en un comunicado que los ataques contra las fuerzas de mantenimiento de la paz eran “inaceptables” y que el personal herido había sido evacuado para recibir tratamiento.
Dos fuentes de seguridad habían dicho que los observadores habían resultado heridos en un ataque israelí a las afueras de la ciudad fronteriza de Rmeish.
