La esposa del líder opositor ruso Alexéi Navalni, Yulia, se dirigió hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, con la exigencia de que autorice el traslado de su marido, en coma en un hospital siberiano, a Alemania para su tratamiento.
«Me dirijo oficialmente a usted con la exigencia de autorización para su traslado. Considero que Alexéi necesita asistencia cualificada en Alemania», señala el llamamiento remitido a la presidencia rusa y colgado en Twitter.
La mujer de Navalni subrayó de que dispone de "todas las posibilidades para el inmediato traslado de Alexéi bajo la observación de médicos del más alto nivel".
Según informa la prensa, un grupo de médicos alemanes llegó hoy al hospital de la ciudad siberiana de Omsk donde el dirigente opositor ruso fue ingresado con la sospecha de haber sido envenenado.
En cambio, el médico jefe del hospital de urgencias Número Uno de Omsk, Alexandr Murajovski, aseguró que en vista del estado inestable del paciente no aconseja su traslado a otro centro.
Con todo, Yulia Naválnaya insiste en que el "estado grave" de su marido es, precisamente, lo que exige su inmediato traslado a una clínica alemana.
Precisamente, el Gobierno alemán exigió hoy el esclarecimiento de las circunstancias que llevaron a la hospitalización de Navalni y subrayó que la prioridad es "poder salvarle la vida".
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, agregó que "hay evidentemente una grave sospecha de envenenamiento que debe ser esclarecida de manera completa y transparente".
El subdirector del Hospital de Urgencias Nº 1 de Omsk (Siberia), Anatoli Kalinichenko, afirmó este viernes que no hay rastros de veneno en los análisis del líder opositor.
"No se detectaron venenos ni rastros de ellos en los análisis de sangre ni de orina", dijo Kalinichenko en una rueda de prensa, citado por la agencia Interfax.
Agregó que "el diagnóstico de 'intoxicación' se mantiene en alguna parte del subconsciente", pero subrayó que los médicos consideran que Navalni no fue envenenado.