El gobierno de Rusia dio una semana de plazo para abandonar el país a 23 diplomáticos británicos, en una medida recíproca a la del Reino Unido, tras el envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal, ocurrido el pasado 4 de marzo en Salisbury, sur de Inglaterra.
La cancillería rusa señaló este sábado que los diplomáticos británicos deberían salir de Moscú en menos de una semana, en respuesta a la decisión que el gobierno de Reino Unido anunció esta misma semana.
Declaró a los diplomáticos británicos personas non gratas y confirmó su expulsión de Rusia, la cual ya había anunciado el jueves pasado, según la agencia local de noticias Sputnik.
“Si Londres toma medidas adicionales contra Rusia, habrá una respuesta más dura aún”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova.
Como parte de la respuesta a Reino Unido, la cancillería retiró además el permiso de apertura del Consulado General en la ciudad de San Petersburgo y cerró el instituto público de difusión del conocimiento de la lengua inglesa.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció el miércoles pasado ante el Parlamento de su país una serie de medidas contra Rusia, entre ellas la expulsión de 23 diplomáticos y la suspensión de los contactos bilaterales de alto nivel, tras acusar a Moscú de estar detrás del envenenamiento del exespía y de su hija Yulia.
Rusia rechazó las acusaciones y propuso a Reino Unido investigar conjuntamente el hecho, pero el gobierno de May hizo caso omiso a la idea y tomó medidas.
Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, fueron encontrados inconscientes el pasado 4 de marzo cerca de un centro comercial en Salisbury, en el condado de Wiltshire, tras el ataque con un gas nervioso. Ambos se encuentran hospitalizados en condiciones críticas.