La policía sudafricana detuvo el miércoles a un jefe khoisan, los habitantes originarios del país, por haber cultivado cannabis junto a un grupo de activistas que desde hace tres años acampan frente a la presidencia en Pretoria, según constataron periodistas de AFP.
Alrededor de dos docenas de policías, algunos con equipo antidisturbios, otros montados a caballo o con perros rastreadores, hicieron una redada del pequeño grupo.
Sin aportar nombres, la policía confirmó los arrestos de tres hombres y una mujer, de entre 22 y 54 años.
"Fueron acusados de traficar cannabis, plantación y cultivo ilegal de cannabis y de no ponerse la mascarilla en público cuando se lo ordenó un policía", explicó el cuerpo de seguridad en un comunicado.
Durante la operación policial, el líder khoisan, que vestía un taparrabos tradicional, gritó: "Policía... han declarado la guerra".
"Hemos venido pacíficamente. Vamos a por vosotros", advirtió el hombre, que se hace llamar rey khoisan Sudáfrica.
Desde 2018, un grupo de khoisan acampa en tiendas de lona en el césped ubicado frente a la oficina del presidente sudafricano.
Una de ellas está a pocos metros de una imponente estatua de Nelson Mandela, el primer presidente negro del país.
Los activistas reclaman la propiedad de sus tierras y el reconocimiento de sus lenguas.
Durante mucho tiempo los khoisan fueron llamados bosquimanos, y cuando los colonos holandeses desembarcaron en Sudáfrica en el siglo XVII, los llamaron hotentotes, un término derivado de sus idiomas de chasquidos.
En 2018, el máximo tribunal sudafricano despenalizó el uso privado y personal del cannabis en un caso histórico que enfrentó a las fuerzas del orden con los defensores de la planta, conocida localmente como dagga.