Gina Haspel se colocó cerca de hacer historia como la primera mujer en dirigir a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), después de que un panel del Senado aprobó está mañana su nominación al cargo.

Una veterana con más de tres décadas de experiencia, incluyendo el servicio clandestino, libró el primer escollo hacia su confirmación tras la sesión a puerta cerrada en la que el Comité de Inteligencia votó 10-5 a su favor.

La resistencia a su confirmación pareció aminorar tras la carta que dirigió al senador Mark Warner, el demócrata de más rango en el comité, en la que denunció al programa de tortura contra sospechosos de terrorismo implementada por la CIA y que fue eliminado durante la administración anterior.

En su misiva, Haspel dijo que la CIA nunca debió haber implementado lo que de manera eufemística fue llamado “programa de interrogación mejorado”.

Su postura contrastó con la que mantuvo durante la audiencia de confirmación ante ese mismo panel, donde resistió de manera repetida cualquier condena a ese programa, y la operación de prisiones clandestinas para detener a sospechoso de terrorismo.

Haspel en cambio prometió que bajo su mandato la CIA no reinstalará ambos programas bajo ninguna circunstancia.

Defendió empero la destrucción de 92 videos de la interrogación de un sospechoso de terrorismo ordenada en el 2005 por su entonces superior, el jefe del Servicio Clandestino de la CIA, José Rodríguez, asegurando que fue la mejor resolución para proteger la identidad de agentes que aparecían ahí.