El cierre de las últimas urnas en las Islas Aleutianas de Alaska a las 06:00 GMT del miércoles puso fin a la jornada electoral en Estados Unidos, en unos comicios muy reñidos en que los resultados definitivos podrían tardar días en conocerse.
Alaska, que tiene dos franjas horarias, es el último estado en cerrar los colegios electorales, y se espera que sus tres compromisarios del Colegio Electoral vayan a parar a manos del presidente y aspirante republicano a la reelección, Donald Trump.
Según las últimas proyecciones de los principales medios, el candidato demócrata Joe Biden acumula 223 compromisarios, mientras que Trump lleva acumulados 175, en la carrera hasta los 270 que aseguren la victoria en las elecciones presidenciales.
Además de elegir al presidente, los estadounidenses escogen este martes a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, donde las proyecciones de los principales medios apuntan al mantenimiento de la mayoría demócrata, y renuevan un tercio de los cien escaños del Senado.
Los votantes también eligen una decena de gobernadores y se pronuncian sobre numerosas iniciativas populares que, de prosperar, son tenidas en cuenta por las legislaturas estatales.
Estas elecciones se han visto condicionadas por la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 9,3 millones de contagios confirmados y 232.000 muertes en Estados Unidos.
Debido a esto, la participación anticipada alcanzó un récord al superar los 100 millones de electores, de los que 35,9 millones corresponden a sufragios emitidos en persona en las pasadas jornadas y otros 64,8 millones a votos por correo, según la organización U.S. Elections Project de la Universidad de Florida.
Con esta cifra, sumada a los votos depositados este martes y los enviados por correo y que aún no han sido contabilizados, se espera que la participación rebase con creces los 136,6 millones de votantes, o un 55,7 % del electorado, que participaron en los comicios de 2016.