Porto Velho, Brasil | AFP.- Cientos de nuevos incendios siguen declarándose en la Amazonía brasileña, según muestran este sábado datos oficiales, en medio del clamor mundial que llevó al presidente Jair Bolsonaro a movilizar tropas para combatirlos.
Los incendios en la selva tropical más grande del mundo han provocado una protesta mundial y acaparan parte de la atención de la cumbre del G7 en Biarritz (Francia).
En un sobrevuelo el viernes por una vasta área de densos bosques del estado de Rondonia (norte), periodistas de la AFP pudieron ver múltiples focos de incendio a lo largo de varios kilómetros.
En la capital estatal, Porto Velho, varias personas afirmaban el sábado que la mezcla de nubes y neblina que se cierne sobre la ciudad es en realidad el humo procedente de las llamas.
"Estoy muy preocupada por el medio ambiente y la salud", dijo Delmara Conceiçao Silva, una niñera de 43 años.
"Tengo una hija con problemas respiratorios y sufre más con los incendios", declaró a la AFP.
Las cifras oficiales muestran que 78.383 incendios forestales se registraron en Brasil en lo que va del año, el peor registro para ese período dese 2013, lo que los expertos atribuyen al avance de la deforestación (el fuego se usa para limpiar las áreas ya deforestadas, para abrir caminos o para preparar la tierra de cultivo).
Según informó este sábado el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, oficial), un total de 1.663 incendios se declararon entre el jueves y el viernes en Brasil, más de la mitad en la Amazonía, el mayor de los seis biomas del país y hogar de más de 20 millones de sus 210 millones de habitantes.
A principios de esta semana, Bolsonaro insinuó que las ONGs podrían ser los responsables para llamar la atención en su contra, después de que el gobierno cortaran sus fondos, lo cual provocó una oleada de críticas en las redes sociales y en las calles, con miles de personas protestando en Brasil y Europa el viernes y nuevas marchas convocadas este fin de semana.
- "Vamos a evaluar la ayuda"
Los datos llegan un día después de que Bolsonaro autorizara por decreto el despliegue de tropas en la Amazonía, incluso en zonas indígenas, para ayudar en el combate a los incendios.
Y, en un discurso en cadena nacional, advirtió que su gobierno tendrá "tolerancia cero" con los delitos ambientales.
En medio de las críticas generadas por la gestión de Bolsonaro, el presidente estadounidense, Donald Trump, le ofreció ayuda a su aliado para luchar contra el fuego, como ya hicieron varios países sudamericanos y europeos, entre ellos Colombia, Chile y Reino Unido.
"Cualquier ayuda es bienvenida, vamos a evaluar", dijo este sábado el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, quien compareció antes los medios junto al responsable de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
Con el decreto, estamos seguros que "con la participación del ministerio de Defensa, de las fuerzas armadas", tendremos mucha efectividad" en el combate a los incendios, "como ya estamos intentando hacer desde principios de año", dijo Salles.
- "Movilización de todas las potencias" -
Este sábado, al inicio de la cumbre del G7 en el balneario de Biarritz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a una "movilización de todas las potencias" para sofocar las llamas que devoran Amazonía, considerada vital para el futuro del planeta.
Macron está abiertamente enfrentado desde hace días con Bolsonaro por su gestión de los incendios y amenazó junto a Irlanda con torpedear el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. Finlandia dijo que propondrá la prohibición de las importaciones de carne de res brasileña al bloque.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo al llegar a la cumbre que es difícil imaginar que el bloque europeo ratifique un pacto de libre comercio con el Mercosur mientras Brasil no frene los incendios que asolan la Amazonía, considerada el "pulmón del planeta".
"Por supuesto respaldamos el acuerdo entre la UE y el Mercosur (...) pero es difícil imaginar un proceso de ratificación mientras el gobierno brasileño permita la destrucción" de la Amazonía, dijo Tusk.
En su discurso del viernes, Bolsonaro advirtió que los incendios "no pueden servir de pretexto para posibles sanciones internacionales" y afirmó que "otros países" que le ofrecieron ayuda "se pusieron a disposición para llevar la posición brasileña ante el G7", sin especificar cuáles.
Según explicó a la AFP Thomaz Favaro, analista de Control Risks, la crisis desatada por la gestión de Bolsonaro de los incendios "está dañando la reputación de Brasil" y "puede traer costos económicos significativos" para la primera economía latinoamericana, que acumula dos años de débil crecimiento.
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