Al menos siete personas murieron y más de 2.000 edificaciones resultaron destruidas o dañadas por el impacto en el sur de la India del ciclón Burevi, debilitado ya hasta convertirse en una depresión tras su paso por Sri Lanka.
El Burevi ha ido acompañado en la India de fuertes lluvias, que han generado inundaciones desde el viernes en centenares de localidades del estado meridional de Tamil Nadu, donde ha causado al menos siete fallecimientos, informó este sábado en la red social Twitter el jefe de Gobierno de la región, Edappadi K. Palaniswami.
Después de trasladar sus condolencias a los allegados de las víctimas mortales, anunció ayudas de 100.000 rupias (unos 1.120 euros) a cada una de las familias de los fallecidos.
Palaniswami detalló que casi un centenar de edificaciones resultaron completamente destruidas y otras 2.135 dañadas por el ciclón.
Indicó que 77 campamentos médicos permanentes y móviles han tratado a más de 13.500 personas.
El Departamento de Meteorología de la India prevé que las fuertes precipitaciones continúen en la región, ya que, según anunció en un comunicado, la depresión "permanece prácticamente estacionaria".
El ciclón Burevi ya obligó a su paso por Sri Lanka, entre la noche del miércoles y el jueves, a la evacuación de unas 10.000 personas, además de ocasionar daños materiales en centenares de hogares.
La costa india suele sufrir el paso de ciclones, el anterior la semana pasada, que dejó al menos tres muertos también en Tamil Nadu, o el que en junio golpeó el estado occidental de Maharashtra provocando al menos seis fallecidos y daños materiales.
En mayo, el superciclón Amphan causó más de un centenar de muertos en la India y Bangladesh, en uno de los peores hechos de este tipo en años.