El instituto Butantan, de Sao Paulo, anunció el viernes que está desarrollando una vacuna "100% brasileña" contra el coronavirus, con la expectativa de empezar a aplicarla en julio y de distribuirla posteriormente entre países de baja renta.
La producción de la "ButanVac" será asegurada en un 85% por Brasil y el 15% por Vietnam (instituto IVAC) y Tailandia (grupo gubernamental GPO), precisó la prestigiosa institución paulista, responsable de la mayor parte de los sueros y vacunas fabricados en el país sudamericano.
"Los resultados fueron excelentes en los test preclínicos", dijo en rueda de prensa el director del Butantan, Dimas Covas.
El proyecto espera ahora la autorización del regulador sanitario Anvisa para empezar sus ensayos clínicos en abril y la vacunación en julio.
La celeridad de ese calendario, de cumplirse, podría colmar las carencias de la campaña de vacunación en Brasil, debidas a retrasos en la importación de dosis e insumos en momentos en que el país enfrenta una aceleración brutal de la pandemia, que ya dejó más de 300.000 muertos.
La capacidad de producción sería de 40 millones de dosis a partir de mayo y de 100 millones hasta diciembre, precisó el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria.
El Butantan ya fabrica la CoronaVac, en asociación con el laboratorio chino Sinovac, por ahora con insumos importados. Ese es el inmunizante más utilizado en Brasil, seguido por el sueco-británico AstraZeneca.
La ButanVac, en cambio, será "una vacuna desarrollada y producida íntegramente en Brasil, sin necesidad de importación de IFA" (Insumo Farmacéutico Activo, principio activo de las vacunas), dijo Doria.
Su tecnología usa un vector viral (una versión modificada de otro virus) que contiene la proteína Spike del coronavirus en forma íntegra, explicó por su lado Covas.
En función de los resultados de las tres fases de test previstas, se determinará si requerirá una o dos dosis, añadió.
El gobernador Doria aludió a su disputa política con el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien cuestionó durante meses las medidas preventivas contra la pandemia, como el uso de máscaras, y cuestionó la eficacia de las vacunas, empezando por la de Butantán, que aún en octubre pasado se negaba a comprar.
La ButanVac "es la respuesta a quienes niegan la ciencia y niegan la vida", afirmó el gobernador, un exaliado de Bolsonaro.