El gobierno boliviano determinó este viernes ampliar una cuarentena flexible hasta el 31 de agosto, que implica que sus fronteras terrestres y aéreas permanecen cerradas, informó el Ministerio de la Presidencia.
"El gabinete ministerial ha determinado ampliar el plazo de la cuarentena nacional condicionada y dinámica hasta el 31 de agosto del 2020", informó el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, tras una reunión de la presidenta interina Jeanine Áñez con sus colaboradores.
Áñez decretó primero en marzo una cuarentena rígida tras detectarse los primeros casos de Covid-19, que a la fecha deja más de 75.200 contagiados y casi 2.900 fallecidos, en una población de 11 millones de habitantes.
Desde principios de junio comenzó a correr una desescalada de las medidas sanitarias que deja en manos de las nueve gobernaciones regionales y alcaldías, en coordinación con el poder Ejecutivo, la toma de medidas en sus jurisdicciones.
"Estamos más de 120 días en cuarentena con la economía paralizada y venimos trabajando para poder reactivar la economía y cuidar la salud de los bolivianos", afirmó Núñez.
El gobierno considera que la Covid-19 crece en forma imparable, mientras el país fijó para el 18 de octubre sus elecciones presidenciales, en medio de temores gubernamentales de un aumento de los contagios.
Según el asesor del Ministerio de Salud, René Sahonero, citado por el diario Opinión, la pandemia alcanzaría su pico en octubre, cuando se podrían registrar entre 150.000 y 160.000 contagios.
El ablandamiento de la medida desde junio significó que en la mayoría de las ciudades el transporte público y de personas esté limitado, mientras sólo hay viajes terrestres y aéreos internos entre algunas regiones.
Pero las fronteras del país con sus vecinos permanecen cerradas, así como su espacio aéreo