El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja este miércoles a Kentucky para ofrecer el apoyo de su gobierno a este estado, que aún cuenta sus muertos tras resultar el más afectado de una serie de históricos y devastadores tornados que afectaron a parte del sureste del país.
Su visita comenzará con un vistazo general de una zona devastada el viernes por la noche, luego continuará en dos localidades entre las más afectadas de este estado del sureste estadounidense: Mayfield y Dawson Springs, una ciudad destruida al 75%.
Con al menos 74 muertes y más de un centenar de desaparecidos, Kentucky llevó lo peor de la serie de feroces tornados que se cobró la vida de al menos a 88 personas hasta el martes y dejaron un rastro de devastación en seis estados de Estados Unidos.
El miércoles por la mañana, mientras se esperaba al presidente, máquinas comenzaron a limpiar escombros entre los edificios derrumbados en Mayfield, según constataron periodistas de AFP en el lugar.
Se desplegaron soldados de la Guardia Nacional para mantener el orden o ayudar a limpiar y reconstruir algunas edificaciones, junto con voluntarios y asociaciones solidarias que vinieron a asistir a las víctimas.
El viernes por la noche, tornados históricos mataron en Kentucky a al menos a 74 personas, pero el gobernador del estado, el demócrata Andy Beshear, dijo que esperaba que el número de víctimas aumentara a medida que se pudieran encontrar cuerpos entre las ruinas.
Biden declaró el domingo el estado de catástrofe mayor en Kentucky, lo que le valió el agradecimiento del líder de los republicanos en el Senado, una muestra de cortesía que se ha vuelto rara en un Estados Unidos donde las divisiones partidistas se han exacerbado en los últimos años.
"Doy la bienvenida a la rápida movilización de la administración para acelerar la provisión de los recursos necesarios ante esta crisis", escribió Mitch McConnell, senador por Kentucky y líder republicano en la Cámara alta, en Twitter.
"El tiempo que sea necesario"
El presidente ha prometido toda la ayuda de las autoridades federales: "Estaremos allí el tiempo que sea necesario para ayudar", dijo el lunes en la Casa Blanca, luego de una reunión dedicada a la estrategia a seguir para atender los efectos del excepcional fenómeno meteorológico que también se cobró víctimas en los estados vecinos de Tennessee , Illinois, Misuri y Arkansas.
"Esto es lo que la administración (federal) le hizo saber a todos los gobernadores: lo que necesiten, cuando lo necesiten", lo obtendrán, enfatizó el mandatario.
Con su viaje Joe Biden no va a conquistar tierras, políticamente hablando: si bien Kentucky tiene un gobernador demócrata, el estado le dio al republicano Donald Trump una gran mayoría en las elecciones de 2020.
Biden, que ha hecho de la empatía una de sus señas de identidad, y que alaba en cada oportunidad la capacidad de los estadounidenses para mantenerse unidos en tiempos difíciles, se cuidó antes de su partida de no politizar la visita.
"El presidente ve a las personas a través de la tragedia que están atravesando, el dolor de haber perdido a sus seres queridos, de haber perdido sus hogares (...) Los ve como seres humanos, no como personas con lazos partidarios", sostuvo la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, el martes.
"El mensaje que les enviará clara y directamente es este: estamos aquí para ayudarlos, queremos reconstruir, estaremos a su lado", destacó.
Por otra parte, Biden habló con mucha cautela sobre el vínculo entre estos tornados y el cambio climático, mientras que en septiembre, al señalar la devastación de la tormenta Ida en los estados de Nueva York y Nueva Jersey, habló de un cambio climático de "alerta roja" y aprovechó la oportunidad para elogiar sus principales proyectos de inversión.
"Tenemos que tener mucho cuidado. No podemos decir con absoluta certeza que todo esto esté vinculado al cambio climático", señaló el lunes, calificando únicamente de "inusuales" las tormentas del viernes anterior.