Presuntos militantes del grupo Estado Islámico (EI) atacaron hoy la sede del Ministerio afgano del Interior, provocando un enfrenamiento con las fuerzas de seguridad, que concluyó con la muerte de 10 extremistas y un uniformado.
“El asalto coordinado al edificio del Ministerio del Interior (MoI) en la capital terminó con la muerte de todos los atacantes”, afirmó el portavoz de la dependencia, Najib Danish, casi dos horas después del asalto, según un reporte de la agencia Pajhwok Afghan News (PAN).
La agresión comenzó alrededor de las 12:15 horas locales (08:45 GMT), cuando dos yihadistas se inmolaron cerca de la entrada del ministerio detonando un coche bomba, para permitir el ingreso de otros ocho cómplices.
Los asaltantes irrumpieron en el edificio del Ministerio del Interior disparando armas largas y lanzando granadas por todos lados, desatando la respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad, que los repelieron por casi dos horas.
“El ataque al Ministerio del Interior terminó cuando los ocho combatientes murieron por disparos de las fuerzas de seguridad”, destacó Danish, tras subrayar que la situación en el edificio está “totalmente bajo control”.
El portavoz del MoI indicó que en total el asalto dejó un saldo de 10 radicales islámicos muertos, dos por la detonación y el resto en los enfrentamientos con los soldados afganos, y un militar fallecido, además de que otros cinco resultaron heridos.
Danish destacó que según sus hallazgos iniciales, los extremistas, que vestían uniforme militar, y usaron dos vehículos blindados que pasaron por los puntos de control en la zona del MoI.
“Los atacantes vestían uniformes militares, aparentemente buscando confundir a las fuerzas de seguridad afganas que custodian el Ministerio”, destacó el portavoz.
En los últimos días, la seguridad en Kabul ha estado en alerta máxima, con más puestos de control y patrullas, ante la advertencia de las autoridades de posibles ataques de la insurgencia Talibán y otros grupos extremistas contra las instalaciones del gobierno.
El grupo extremista Estado Islámico (EI) se atribuyó la responsabilidad del asalto en una breve declaración, titulada “Ataque de inmersión en el Ministerio en Kabul”, difundida por su agencia de noticias, Amaq.
En la provincia oriental de Logar, seis policías fueron asesinados el miércoles por la mañana, cuando presuntos atacantes suicidas del Talibán detonaron un vehículo cargado de explosivos frente a un edificio de la Policía.
El portavoz de la Policía, Shahpur Ahmadzai, explicó que entre los muertos se encontraban el comandante de la estación de policía y el subdirector de la policía de tráfico de Puli Alim, capital provincial, mientras que otros cuatro agentes y ocho civiles, entre ellos dos niños, resultaron heridos.
Ahmadzai dijo que los extremistas hicieron estallar un coche-bomba en la entrada de la estación policial, antes de que tres de sus compañeros intentaran ingresar.
“Las fuerzas de seguridad dispararon y los mataron a pocos minutos del ataque inicial”, destacó y agregó que varias casas cercanas resultaron dañadas.
En tanto, en la ciudad sureña de Kandahar, una bomba colocada en un camino mató a tres personas e hirió a otras 13, incluidos varios mecánicos, que fueron contratados para reparar vehículos del Ejército.